El acné es cosa de adolescentes ¿o no?

Si es de quienes piensa que el acné es una de esas cosas que se dejan atrás cuando pasa la pubertad, sepa que la realidad puede llevarle la contraria: se calcula que al menos  entre el 10 y 15% de las mujeres de entre 25 y 45 años presenta este problema dermatológico. Lo cuenta el doctor Pablo De la Cueva Dobao, Jefe de Servicio de Dermatología en el Hospital Universitario Infanta Leonor,  vicepresidente de la Sección Centro de la Academia Española de Dermatología y Venereología y miembro de la plataformas Top Doctors. El especialista ayuda a responder seis preguntas clave para entender este problema, sus causas y su tratamiento. 

1. ¿Puede aparecer en mujeres que no tuvieron acné en su adolescencia?
Sí, existe un número importante de mujeres de más de 25 años que presentan lesiones de acné y refieren no haber tenido durante su adolescencia. En otras ocasiones sí que lo desarrollaron entre los 15 y 18 años y ha persistido en la edad adulta. Es un acné un poco distinto al de la adolescencia, porque es más inflamatorio (más lesiones de color rojo, profundas y dolorosas) y no encontramos con la misma frecuencia los clásicos ‘puntos negros’. Afecta el tercio inferior de la cara, el cuello y el tronco en ocasiones, y es muy frecuente el empeoramiento antes del período.

2- ¿Cuándo hay que consultar al médico?
Realmente cuando la paciente perciba que es un problema que le afecta  a su estética y a su calidad de vida puede consultar al dermatólogo para buscar una buena solución. Es remarcable que cuando las pacientes acuden a nuestras consultas lo viven como un verdadero problema que afecta a su autoestima. Es importante en muchas ocasiones efectuar un tratamiento precoz para evitar la aparición de cicatrices que perdurarían toda la vida.

3-¿Qué tipos de tratamientos se emplean?
Se emplean, dependiendo de la intensidad y de la morfología de las lesiones, cosméticos, tratamientos tópicos y tratamientos sistémicos. Es importante utilizar unos productos de limpieza adecuados, así como productos ‘oil free’ que no aporten más grasa a las zonas afectadas.  Entre los tratamientos tópicos, los más utilizados son los antibióticos, peróxido de benzoilo, retinoides y ácido azelaico. Hay que ser consciente de que es un acné que responde peor a este tipo de tratamientos y que con mucha frecuencia debemos utilizar tratamientos sistémicos, o bien terapia antibiótica (poco eficaz en general), hormonal o retinoides (isotretinoína). La terapia hormonal se emplea en acnés que empeoran en el período premenstrual, inflamatorios y se basa en la disminución de la producción de sebo al contrarrestar el efecto de los andrógenos.  En casos resistentes se emplea isotretinoína, que es un tratamiento prolongado (meses).

Algunas de las afectadas ni siquiera tuvieron acné en la pubertad

4-Ahora en verano, ¿es recomendable ir a la playa, tomar el sol…?
El sol mejora la inflamación en la piel y el paciente puede experimentar esta mejoría en el período estival. Es muy importante insistir en que toda la cosmética sea libre de grasas debido a que hay personas que empeoran por engrasar demasiado su piel, con lo que el efecto beneficioso de la radiación ultravioleta lo contrarresta el mal uso de productos. Como dermatólogos, asimismo, debemos insistir en una protección solar responsable para evitar quemaduras y efectos negativos a largo plazo.

5-Ahora hablando de las mujeres en general:  ¿Se puede hacer algo para evitar los granos que aparecen en torno a los días de la menstruación?
Para evitar las lesiones de acné de antes de la menstruación realmente hemos de hacer lo mismo que he referido previamente. Un buen cuidado cosmético de la piel y si aparecen los ‘granos’ efectuar la terapia adecuada.

6- ¿Realmente comer chocolate puede hacer que aparezca o empeore el acné?
Entre las causas de la aparición del acné de la mujer adulta están el estrés, la contaminación, la industrialización, entre otros. En cuanto a la dieta, no hay estudios consistentes que relacionen un determinado alimento con el acné, pero sí que es muy frecuente que los pacientes nos refieran empeoramiento al consumir ciertas comidas como el chocolate, frutos secos, alcohol, embutidos.