«El blues de Europa es distinto»

Entrevista a Richard Ray Farrell, músico

19 mayo 2017 18:45 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:03
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- Con 19 años tocaba en el metro de París. ¿Por qué decidió cruzar el Atlántico tan joven?

- Había acabado mis estudios y tenía muchas ganas de aventura, sobre todo de salir de mi ciudad natal, Niagara Falls (Cataratas del Niágara). Mis padres, de solteros, pasaron dos años en España, y un amigo mío que había viajado a Europa, a su vuelta también me contó historias increíbles de París, Amsterdam, Italia y España. Muchos de mis amigos en aquellos años escaparon a California, pero yo decidí probar suerte en Europa.

 

- ¿Con que músicos coincidió en el subsuelo?

– Ingleses que tocaban música folk al estilo de Bob Dylan, irlandeses cantando y tocando gaitas y acordeones y músicos sudamericanos con flautas, arpas y charangos. También conocí al gran armonicista de blues de Chicago Sugar Blue meses antes de que lo descubrieran los Rolling Stones y se fuera de gira y grabase con ellos.

 

- Se ha pasado media vida viviendo y tocando por Europa.

– Una de mis satisfacciones profesionales fue tocar en varias ocasiones con Lazy Lester y Louisiana Red, y abrir como telonero los conciertos de Joe Cocker, Jeff Healey y Jack Bruce en Alemania. También fue una maravillosa experiencia los diez años que pasé en Farrell & Black, un grupo que formé en Alemania con Jimmy Carl Black, batería mítico de rock y componente de la primera formación de Frank Zappa & The Mothers Of Invention.

 

- ¿Existen diferencias entre el blues genuino creado en Estados Unidos y el que se toca en Europa?

– En Europa hay muy buenos músicos de blues, pero la cuna y las raíces están muy lejos de aquí. La mentalidad y la forma académica de frasear con los instrumentos o con la voz es muy distinta. El público de blues europeo quizá no aprecie la diferencia, pero el del otro lado del Atlántico sí que apreciaría esa carencia de sentimiento afroamericano. De la misma manera se puede percibir el flamenco que practican músicos norteamericanos y que no tiene nada que ver con el auténtico flamenco de España.

 

- ¿Esa mezcla le ha servido a usted para forjar un estilo propio?

- Me siento feliz cuando el público y medios especializados me dicen que tengo un estilo propio. No me gustaría ser una copia de un músico mítico. Aprender las escalas y punteos de los grandes guitarristas o armonicistas es admirable, pero no hay nada como un músico que imprime su propio sello en la música y que toque con pasión, energía y sentimiento.

 

- Ahora vive en Málaga.

- A lo largo de mi vida he vivido en diferentes países europeos y de Estados Unidos, pero siempre he vuelto a España. Estoy enamorado de este país y nunca he vivido mejor en otra parte desde que llegué a Málaga por primera vez en la segunda parte de los años 70. Profesionalmente tuve muy buenas oportunidades durante los quince años que viví en Alemania, pero nunca he tenido la relación sentimental con ese país como la tengo con España. En Málaga toqué por primera vez en 1978 en un grupo con Lito Fernández, un legendario guitarrista de blues malagueño.

 

- Y se hizo amigo de Raimundo Amador, con quien ha colaborado en varias ocasiones.

- Siempre es un honor tocar con Raimundo, es un gran guitarrista y un músico muy ecléctico y original. Mezcla el blues y el flamenco y es una parte esencial de la historia de la música española.

 

- ¿Es cierto que usted vivió con una familia gitana?

- A los 21 años andaba tieso, como se dice en Málaga, y una familia gitana me acogió en su casa durante seis meses. Eran unas personas buenísimas y todavía mantengo contacto con ellas. No había ningún músico en la familia, pero el padre tenía una capacidad increíble para los caballos. Juraría que podía conversar con ellos. Por su delgadez al padre le llamaban ‘lápiz’ y era un gran fan de Camarón y Paco de Lucía. Él me enseñó los principales palos del flamenco, la historia del cante, y me explicaba el significado de las letras de algunas canciones incomprensibles para mí. Escuchábamos al Lebrijano, Gabriel Moreno o Pansequito.

 

- En el festival Reus Blues se reencontrará con Lazy Lester.

- Le conocí en 1995 en Alemania y en 1996 le acompañé en una larga gira por Italia. Soy un gran admirador suyo y de las grabaciones que hizo en los años 50 para Excello Records. Es un gran personaje y un músico importante en la historia del blues de Louisiana. Tiene un gran sentido del humor y una vitalidad envidiable. No me sorprende que a sus 83 años siga girando y dando caña por el mundo. Grupos como The Kinks o The Fabulous Thunderbirds han grabado sus canciones.

 

- Usted tocará en Reus con su habitual banda malagueña Los hijos de la gran ruta.

- Ofreceremos un espectáculo muy dinámico y divertido con las canciones de mi último disco Shoe Shopping Woman y de otros anteriores. La mayoría son composiciones propias, pero también tocaremos algunas versiones de clásicos del blues.

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