El circo se apodera de Reus

Veintiuna ediciones son muchas. El Trapezi ha pasado por años gloriosos y también ha atravesado épocas de crisis. Pero si algo tienen claro tanto artistas como programadores, visitantes y vecinos, es que está más que consolidado como escaparate del circo y destaca como uno de los eventos estrella de la agenda cultural reusense. Y catalana. En esta ocasión, la Fira del Circ de Catalunya arranca de la mano de 39 compañías que llenarán las plazas, calles y equipamientos culturales de la ciudad con más de un centenar de números. Conviven las propuestas locales con las nacionales e internacionales en cuatro días repletos de actos que se repartirán en 24 espacios.

El Cabaret inaugural podrá verse esta noche en el Mercadal con Jordi Martínez, Joan Arqué ‘Arquetti’ y Oriol Boixader ‘Oriolo como presentadores. Tres payasos vinculados a Monti & Cia y a Rhum & Cia que coinciden tras muchos años sin compartir escenario. También destacan las funciones escolares, que entre hoy y mañana mostrarán la obra Invisibles a alumnos de primaria.

El ambiente circense ya se respira en la ciudad desde principios de semana. El simpático elefante identificativo del festival recorre las calles para alertar a la gente de que la Fira del Circ de Catalunya ya ha llegado. Un certamen que estrena dirección artística con Leandro Mendoza al frente, y que busca consolidar su identidad territorial, con el fin de que sea una herramienta para el sector en Catalunya y un referente a nivel nacional e internacional. También apuesta por las coproducciones.

El reusense Marc Micheo, del Circ de Les Musaranyes, lleva 18 años vinculado al Trapezi, de una manera u otra. Recuerda los inicios, cuando la feria se realizaba conjuntamente con la ciudad de Vilanova. «Era muy joven pero allí ya creé grandes vínculos. Desde entonces hemos realizado talleres previos, funciones escolares, hemos llevado el elefante, representado al festival en la Festa dels Súpers y muchas otras cosas», apunta. Pese a las dificultades, insiste en que «todos debemos trabajar para celebrar el mejor festival posible».

Micheo tiene claro que el Trapezi es un festival «que ha demostrado a las buenas y a las malas que es un símbolo para la profesión, para la gente del circo de Catalunya y del resto del mundo, donde lo tienen muy presente». Pero también remarca que todo depende de los recursos. «Para poder programar hace falta dinero. Necesitamos que desde el ámbito político se apueste económicamente, porque en realidad, la ciudad sale beneficiada», insiste. Para él está claro: «La cultura siempre aporta cosas positivas».

En esta edición, los miembros de Les Musaranyes ofrecerán un taller dirigido a los más pequeños, Botes, en Cal Massó. Llevaban tiempo queriendo trabajar con botas de vino. Y han construido un espacio de talleres donde los niños podrán experimentar y «donde todo lo que te puedas imaginar es posible». Es el Trape-Xic’s.

Hijo del Trapezi

Pablo Molina es un joven artista reusense que también tiene su sitio en esta edición. No estará en los espectáculos abiertos al público, sino en las actividades para profesionales, con una propuesta donde participarán varios artistas. Será mañana en el Convent de les Arts de Alcover.

Molina tiene 24 años, está formado en Le Lido – Toulouse y presentará su solo Phantôme. Él es un ejemplo de aquellos artistas ya forjados en la era del Trapezi. Creció con el festival. Y le atrajo tanto este mundo que le motivó a formarse y tratar de ganarse la vida en un sector que no es fácil. «Yo siempre he ido a verlo. Quise informarme y me enteré de que existía la posibilidad de formarse en este campo. Así que me apunté a la escuela Rogelio Rivel de Barcelona. Me fui cuando tenía diecisiete años. Y desde entonces no he parado», explica.

Ahora el festival entra en una nueva era. Un cambio de dirección con las incógnitas queesto siempre conlleva. Pero consciente de que ya es un referente en el mundo del ocio. Y de la cultura.