El navegante que hace canciones en un velero

El músico barcelonés Sergi Cochs ‘Cox’ presenta en Reus su primer disco en solitario ‘Más brillante que el mismo sol’

25 mayo 2017 08:09 | Actualizado a 13 noviembre 2017 18:43
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Sergi Cochs lleva casi un año y medio sin beber alcohol. La vida le ha cambiado a mejor. El tiempo que antes pasaba en los bares lo dedica ahora a cosas más productivas, como estar con su familia. Tiene un hijo. No le importa hablar de su antigua adicción. «No me arrepiento de nada, me lo pasaba bien», asegura el músico barcelonés. Pero llegó un momento en que decidió parar. Se dio cuenta de que tenía un problema. «El mismo que tiene el 80 %  de la gente», dice. «Yo no era un borracho de los que están tirados en el suelo. Tengo amigos que ni siquiera se habían dado cuenta de que era alcohólico». 

Pasó una época «jodida» y escupió todo su dolor en las canciones de su primer disco en solitario, Más brillante que el mismo sol–publicado el pasado 24 de mnarzo–. Lo firma como Cox, su alter ego artístico. El título del tema que abre el álbum no puede ser más explícito: Me hundo. 
«Este disco es el principio de mi catarsis. Me había alejado de la música y de mí mismo, me metí en terrenos pantanosos y casi no salgo, hasta que un día decidí darle un vuelco a mi vida. La música fue el escape por donde saqué todo lo que llevaba dentro y descargué esa mochila que todos alguna vez hemos llevado o llevamos», explica.

Cada canción es un trozo de esa etapa oscura. «Cada una de las letras tiene mucho de esos momentos, destilan lo que me acontecía. Soñaba a diario despertar y que todo hubiera sido una pesadilla, pero no».

El resultado de ese proceso creativo son diez canciones de pop rock, grabadas en el estudio Feelback de Barcelona con la colaboración de Paquito de la Iguana (teclado), Franky da Silva (guitarra), Hernán Bengas (bajo) y Piturro Benassi (guitarra). La pasión de Cochs por el mar se refleja en las composiciones, con una clara presencia de vocablos marineros. 

En primavera del año pasado, antes de lanzar el álbum, se compró un velero de diez metros de eslora, cogió a sus cuatro músicos y se los llevó surcando las olas hasta las Islas Baleares. Allí hicieron una minigira de 14 conciertos para probar los temas en acústico.
«Atracábamos en un puerto y saliamos del barco con los instrumentos para ir a tocar», recuerda Cochs. La experiencia fue  muy positiva, tanto que en julio volverán a Formentera para presentar el álbum en formato eléctrico.

El tour de Más brillante que el mismo sol arrancó a finales de abril en Murcia, hoy pasa por la sala Sidecar de Barcelona y este viernes  (22.00 horas) llegará al Centre d’Art Cal Massó de Reus, ciudad de donde es su padre y en la que residió unos años –también vivió en Tarragona y Salou–. «Será un concierto muy especial para mí. Guardo muy buenos recuerdos de Reus y tengo familia y grandes amigos allí». El 7 de junio actuará en la Sala Zero de Tarragona.

Cox está inmerso en otro ambicioso proyecto. El pasado diciembre se echó al mar con su velero y cruzó el Atlántico. Estuvo tres meses viajando con la compañía de un marino. Partió del puerto de Badalona e hizo escala en Gibraltar, Canarias, Cabo Verde, Barbados, Granada,Antillas Holandesas, Jamaica y México. Plasmará esta aventura en un nuevo disco, un documental y un libro. «Mi idea es publicarlos a finales de este año o principios del que viene».

«De Cabo Verde a Barbados estuvimos 17 días sin ver tierra ni otros barcos. Estábamos solos en medio de la nada y con unas olas grandes», explica. Se turnaba con su compañero para dirigir el rumbo. Mientras uno dormía, el otro estaba al mando –Cox tiene licencia de patrón–. «Pasamos muchas horas en soledad».

Durante la travesía escribió textos que utilizará para sus nuevas canciones y para el libro. Tiene casi 500 páginas con apuntes.   También llevaba a bordo un pequeño estudio portátil para coponer y un equipo de vídeo para capturar imágenes. Contaba su historia al mundo a través de un cuaderno de bitácora online.  

Con ayuda de un pequeño router, mandaba a diario una foto y unas líneas a un amigo para que lo colgará en internet. Llegó a tener 20.000 seguidores. «Se convirtió en una telenovela, la gente esperaba a ver qué pasaba cada día», dice.

En cada lugar al que iba, menos en Gibraltar y Barbados, se juntaba con músicos autóctonos para grabar canciones juntos. No los conocía de nada hasta entonces. «En Jamaica me pasé dos días sin encontrar a ninguno. Al final tuve que pedir ayuda a un taxita ‘buscavidas’. Le pagué a cambio de que me buscará algún músico, y en media hora tenía dos tipos enormes en mi barco». En Canarias coinicidió con un senegalés y en Granada, con dos suizos.  

Ese material le servirá para dar forma a su nuevo disco. El estilo que resultará de toda esa mezlca es una incógnita. «Al principio pensaba que iba a ser reggae, por eso de haber estado en el Caribe, pero todavía le estoy dando vueltas».

Comentarios
Multimedia Diari