'Está claro que un poquito arrumbados somos'

Entrevista con David Muñoz, cantante de Estopa

19 mayo 2017 18:44 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:04
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

- Trabajar el uno al lado del otro, compartiendo un mismo hobby y, además, siendo hermanos, ¿cómo les hace sentir?

-Es normal. Como siempre nos hemos tenido, nunca nos hemos echado en falta, aunque, en realidad, lo vemos tan habitual que no podríamos vivir el uno sin el otro.

 -¿Cuáles fueron sus reacciones al recibir su primer premio, en 1998, en el concurso de cantautores Horta-Guinardó?

-Es un premio en que te dan dinero. Es un reconocimiento y nos hacía ilusión. El dinero que conseguimos lo utilizamos para grabar una maqueta en condiciones. Todo lo que nos ha pasado ha sido en favor de nuestro camino. Fue una infusión de moral porque había cantautores muy buenos, tocaban muy bien y cantaban genial. Cuando nos comunicaron que habíamos ganado, decidimos que íbamos a dedicarnos a esto.

 -¿Qué les llamó la atención de la rumba catalana?

-Ostras, eso es culpa de mi padre. De pequeño insistía muchísimo. Tenía muchos discos, siempre había música en casa, en el coche… La rumba catalana, sobre todo, Peret. Mi padre era un auténtico fan. Creo que se peinaba hasta como él (risas). Y bueno, todas las canciones que no son rumba catalana también nos han marcado muchísimo.

 -¿Cómo definirían su estilo?

-No creo que sea bueno poner etiquetas de nosotros mismos. Está claro que un poquito arrumbados somos (risas). Si escuchas nuestras canciones, en algunas coqueteamos con el rap. Repitamos, entonces, la pregunta: ¿Qué es Estopa?

 -Es verdad. ¿Podríamos hablar, entonces, de lo que algunos definen como rumbarock?

-No está mal, a mí me mola. De rumbarock se habla ahora mucho. La verdad es que estamos orgullosos de haber contribuido a que se hable de ello en España.

 -En 2004 fueron nominados a los Premios Grammy latinos con su álbum ‘¿La calle es tuya?’ y en 2010, también, con su sexto álbum, ¿Cómo se sintieron?

- Realmente, que te den un premio o te nominen es como un reconocimiento. No entiendo para qué sirve. Los premios que tenemos nosotros los tiene mi madre. A ella sí que le haría cantidad de ilusión que nos dieran cinco Grammys (risas). Es algo lejano, tampoco somos de darnos importancia. No sé si es normal, si esto se compra...

 -Afirmaron, en una entrevista que se les realizó hace un par de días, que la gente les sorprende a ustedes con cada álbum que sacan. ¿Qué querían decir?

- Nos sorprendemos de verdad siempre que sacamos un álbum. Por ejemplo, en el primero, nuestro objetivo era vender 2.000 discos , entonces, nos renovaban. Nosotros pensábamos: «Vamos a por los 2.000». Y luego vendimos un millón y, a fecha de hoy, ya casi van dos millones.

 -La verdad es que un éxito.

-Un éxito sin precedentes, además. Mala suerte porque ya no se venden tantos discos, es imposible. Por otra parte, a nivel de ventas, me sorprende que cada vez que sacamos un disco, siempre estamos ahí, batallando, ya no por el número uno, pero sí por el dos o el tres. A la hora de vender el disco, vamos dando por el ‘saquillo’ a los demás (risas).

-Realmente, ¿qué es lo que hace que mantengan esa chispa e ilusión canción tras canción como si fuera la primera?

- Cuando componemos nos hace tanta ilusión como si se tratara de un dominó, que se va cayendo. Yo creo que cada canción tira de otra, y, una vez pasada la duda sobre si nuestra carrera iba a ser un amor de verano (risas) que nos iba a durar una temporada –que es lo que, al menos a mí, me pasa con todo–, parece que, vitalmente, necesitamos componer.

 - ‘Pastillas para dormir’ es uno de sus nuevos sencillos. ¿Esta canción está escrita basada en alguna experiencia?

-Inventada, aunque hay cosas que sí que son verdad. Recuerdo que vino a vernos un tal Descemer, a Calafell, además. Se presentó con unos colegas nuestros, con una guitarra, y nos dijo: «Venga, vamos a hacer una canción». Empezó a tocar unos acordes y, como por arte de magia, salió la canción. A mí los acordes me estaban sugiriendo a Sabina, así que le puse un poco la voz al principio. Ya, al final, nos quedó una canción bonita y romántica.

Comentarios
Multimedia Diari