Estopa se reivindica en Cambrils

Los Muñoz, espontáneos, enloquecen a su público

19 mayo 2017 18:35 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:10
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Sonia Fenoy

Los espectadores enloquecían por momentos. A unos minutos estaban de llegar los cantantes de Estopa, cuando ya se oían los vítores de entre el público aclamándolos para que salieran al escenario.

El concierto comenzaba a las 10 de la noche como se establecía en el programa de actos y las puertas se abrieron al público a las 8 de la tarde, aunque se retrasó un poco la llegada de los artistas a Cambrils. La actuación empezó unos pocos minutos más tarde de las 10 y acudieron personas de todas las edades para deleitarse con la rumba más rockera de toda España.

En cuanto sonaron las guitarras eléctricas, la gente comenzó a aclamar los nombres de David y José, los cantantes del grupo, enalteciéndolos con fuertes voces por encima de la potencia de los altavoces, que reproducían el espectacular sonido de aquellos asombrosos instrumentos de cuerda. Cuando, por fin salieron, lo hicieron con una entrada realmente llamativa. Aprovecharon el humo que había esparcido por el escenario para aparecer contra todo pronóstico Estopa, y salieron del interior de una enorme lavadora que estaba situada, allí, en medio.

Los espectadores descubrimos el decorado cuando se encendieron los focos y se retiró la gran tela negra que cubría el objeto, de donde surgieron como la espuma, ellos, los hermanos Muñoz.

Espontaneidad

Abrieron el espectáculo con un par de temas, y continuaron con la correspondiente introducción para Cambrils. De entre el repertorio musical, la siguiente que tocaron fue una de sus más conocidas de su último disco Rumba a lo desconocido titulada Pastillas para dormir. En un momento dado los hermanos se arriesgaron con el acústico, queriéndonos demostrar la importancia del gran equipo que trabaja detrás.

Los intérpretes intentaron no aburrir y se mostraron muy espontáneos, cosa que gustó mucho al público. Nos hicieron pasar un buen rato con sus chistes ofreciéndonos el mejor espectáculo de nuestras vidas.

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