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Foo Fighters se vieron obligados el lunes a suspender un par de conciertos (en el festival Pinkpop y en la ciudad suiza de St Gallen) debido a las secuelas del accidente sufrido por Dave Grohl el pasado viernes y que terminó con el músico escayolado con una pierna rota.
El alcance de las heridas del líder del grupo es mayor del inicialmente previsto, por lo que ahora Foo Fighters anuncian cancelaciones que incluyen sus dos conciertos en el Wembley Stadium de Londresy su participación en el Glastonbury Festival. Tampoco estarán enEdimburgo, ni en el festival belga de Werchter.
De esta manera, la banda da por terminada su actual gira europea y tiene previsto su regreso a los escenarios el próximo 4 de julio en el RFK Stadium de Washington, primera parada del tour norteamericano que les mantendrá ocupados hasta su regreso en otoño a Europa (para actuar en el Palau Sant Jordi de Barcelona el 19 de noviembre, por ejemplo).
En una carta abierta, Dave Grohl ha explicado que fue operado en Londres y que ahora se recupera con seis tornillos de metal en su pierna. "Los médicos me han dicho que tengo que reposar por un tiempo. Lo más importante es recuperarme de la cirugía, mantener mi pierna elevada y prevenir posibles infecciones", ha relatado.
"Esto significa, y me mata tener que decirlo, que los médicos nos han pedido que cancelemos concierto. Lo siento realmente, tíos. Sabéis que odio hacerlo, pero tengo miedo de que no sea físicamente posible para mi en este momento. Estamos intentando trazar un plan, pero necesito asegurarme de que tenemos años de conciertos por delante", ha indicado.
Por último, Grohl ha agradecido a los fans "desde el fondo" de su corazón. "Y haré todo lo que pueda para regresar y daros una noche para recordar para el resto de vuestras vidas lo antes posible", ha sentenciado.
