Groucho Marx con olor a magnolia

El grupo Rufus T. Firefly envuelve el arte, el amor y la naturaleza en un formato de rock alternativo. Este viernes (23.00 horas) tocará en El Cau de Tarragona

13 septiembre 2017 18:38 | Actualizado a 08 noviembre 2017 12:59
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Rufus T. Firefly toma su nombre del personaje que interpreta Groucho Marx en la película Sopa de Ganso. Un peculiar político que llega a la presidencia de Libertonia. «Nos pusimos este nombre de prueba cuando empezamos a tocar, pero ganamos un concurso y decidimos quedárnoslo porque nos dio suerte. Es difícil de recordar, pero nos gusta», explica Víctor Cabezuelo, vocalista y guitarrista de la banda de rock alternativo de Aranjuez. 

Han pasado once años desde que iniciaron su andadura, en los que ha lanzado cuatro discos y dos EP y han superado una separación. La otra líder del grupo, Julia Martín-Maestro, se marchó a vivir fuera de España a finales de 2009 y tuvieron un parón de poco más de un año. Ahora, en formato quinteto, están en primera línea de la música underground nacional. Han actuado en la emblemática plaza del Trigo del Sonorama y han ido de gira con Vestusta Morla.

«La etiqueta de rock alternativo me gusta más que la de indie o pop-rock. Es más de banda completa de local. El indie es más abierto, más indefinido», dice Cabezuelo. 

Rufus T. Firefly son más de sala que de festivales, aunque han probado de todo. «En las salas, el contacto con el público es más cercano, va exclusivamente a verte a ti y se crea una energía y una conexión muy bonita. Los festivales también son muy divertidos, va mucha gente y siempre a alguien que te descubre», apunta.

El quinteto de Aranjuez está de gira con su cuarto disco

La formación arancetana pasará este viernes por la sala El Cau de Tarragona para presentar su último disco, Magnolia, un alegato en defensa del arte, el amor y la naturaleza en forma de diez canciones producidas por Manuel Cabezali y el propio Cabezuelo. «Son temas muy básicos, a priori, aunque parece que no le importan a nadie. Sin ello no habría una sociedad justa donde vivir decentemente», comenta Cabezuelo.

En este trabajo, el grupo ha dejado atrás su lado más oscuro, de queja, y se centra en «un homenaje a las muchas cosas bonitas que nos han pasado tanto a nivel personal como artístico». Mantienen sus referentes: Pink Floyd, Radiohead, Los Planetas o Camarón de la Isla.

El disco va más allá de la música, tiene una concepción artística que se plasma tanto en su portada como en el olor a magnolia que se desprende al abrir el CD y el vinilo. «Cuesta mucho vender discos y hay que ofrecer un producto más completo», sostiene Cabezuelo.

La industria musical ya no es una fábrica de ricos ni genera tanto dinero como antaño. Los miembros de Rufus T. Firefly no se ganan la vida con sus creaciones y sus conciertos. Tienen otros trabajos. «No vivimos de la música, pero somos afortunados porque este año hemos empezado a no tener que pagar cada vez que tocamos. No perdemos dinero. Y eso supone una gran responsabilidad, ya que el 99 % de las bandas de este país no tiene esa oportunidad», concluye el músico de Aranjuez.

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