Humor de culto salido de la calle

Faemino y Cansado llevan este jueves a Valls su show 'Quien tuvo, retuvo'

22 junio 2017 09:35 | Actualizado a 22 junio 2017 09:39
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Faemino y Cansado no han sido siempre famosos. A principios de los ochenta se sacaban un dinero haciendo espectáculos callejeros en el madrileño Parque del Retiro, cuna de otros grandes humoristas como Pedro Reyes o Pablo Carbonell. Ese fue primer escenario de verdad. En sus inicios se conformaban con recaudar lo justo para invitar a sus amigos en un restaurante chino. Luego la cosa se puso seria. Llegaron a ofrecer funciones de más doras y su nombre empezó a sonar: primero se llamaron Los del mono rojo, luego Los hermanos Benítez y finalmente Faemino y Cansado. Y directos a los teatros, la tele, la fama...

Los dos son madrileños y amigos desde hace casi cuarenta años.  Ángel Javier Pozuelo  (Cansado), es la parte más seria y locuaz del dúo. También el más bajito. Escribía en la revista de su instituto y desde joven diseñaba juegos de mesa para regalar a su familia en cumpleaños. Juan Carlos Arroyo (Faemino) también es muy inquieto culturalmente:  es humorista gráfico, dibujante, pintor y diseñador de publicidad. Hasta montó una discográfica independiente.
La pareja (artística) está de gira  con su último espectáculo, ¡Quien tuvo, retuvo! Con la «ironía que les caracteriza», afirman que este show no se puede denominar «ni excelente ni innovador» y que, además, repiten puesta en escena y su producción es «más bien austera», aunque al público le reportará muchas «risas y reminiscencias».

Su humor es singular, surrealista y brillante. Se caracterizan por una trayectoria artística pausada, ecléctica y firme. Han llenado bares, cafés, teatros, anfiteatros...  Y eso que cuando Carlos Faemino le propuso a Javier Cansado iniciar juntos una carrera artística no pretendía ni siquiera ganarse la vida. Antes de su debut en el Retiro, sus etapas creativas conjuntas más destacadas eran la venta de encendedores solares en el Rastro madrileño o la ejecución de diversas performances.

Cada jueves se reunían en un bar de copas. Repasaban hasta el último detalle la actuación del domingo anterior y preparaban con mimo la del siguiente. Eran variaciones minimalistas. Retoques de algunos conceptos y la incorporación de elementos exógenos y ciertas repentizaciones. Aseguran (¿realidad o ficción?) que repasaban textos de Lacan o de Kierkegaard, buscando nuevas vías para su humor. Una tarde, al salir del local, un niño que caminaba junto a su padre los reconoció: «Mira, papá, los payasetes del Retiro». Ahora son humoristas de culto.

Este jueves actúan en el Centre Cultural Municipal Cultural de Valls. A las 21.00 horas. Entrada a partir de 14 euros.

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