La abuela justiciera que se ha hecho viral en China

A sus 94 años, Zhang Hexinm practica kung fu y sus vídeos en internet se han hecho virales

19 mayo 2017 16:08 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:09
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Zhang Hexinm todavía recuerda el primer día que tuvo que poner en práctica las nociones de kung fu que su padre comenzó a darle cuando solo tenía 4 años. «Descubrí a tres ladrones en la montaña y les reté a que peleasen conmigo», comentó a la agencia de noticias oficial de China, Xinhua. Logró batir a dos de ellos antes de que el tercero decidiese huir corriendo. Hace ya mucho de aquello, pero Zhang no ha dejado de practicar el arte marcial chino por excelencia. Y eso que ahora tiene ya 94 años.

«Mi padre fue quien empezó a enseñarme kung fu incluso cuando estaba en la cama», recordó en el condado de Ninghai, en la provincia oriental de Zhejiang. Es el legado familiar que lleva pasando de generación en generación desde hace tres siglos, y en el caso de Zhang le ha marcado la vida. No en vano cuando cumplió los 14 comenzó a practicar con un adolescente cuatro años mayor que ella, y el amor no tardó en surgir entre ambos. Luego, Zhang inició a sus hijos en la lucha, y continuó con sus nietos.

Ha tenido tiempo incluso para entrenar con sus bisnietos, y se levanta a las cinco de la mañana para ejercitarse antes de tomar el desayuno, que cocina ella porque disfruta de una salud de hierro.

No obstante, la tranquilidad y la rutina de la vida de Zhang pueden estar a punto de dar un vuelco, porque algunos vídeos en los que se la ve practicar se han hecho virales en el ciberespacio chino y ha saltado a la fama de la noche a la mañana. Tanto que no faltan jóvenes que quieren convertirse en sus discípulos. «Esta mujer ha estudiado el kung fu clásico, me encantaría ser su alumno», comenta un internauta en Weibo, el Twitter chino.

Ella, sin embargo, recuerda que es una modalidad muy exigente. «Se tardan tres años en aprender cada uno de los 15 tipos diferentes de kung fu», comentó a la cadena CNN. «Lo más difícil es el principio, sobre todo cuando hay que aguantar en cuclillas durante mucho tiempo, porque los músculos se resienten. Recuerdo que no podía ni siquiera ir al baño de lo que me dolían». Ahora su modalidad favorita es la que incluye un palo de bambú para batir al contrincante.

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