La dieta alcalina como método para prevenir enfermedades

La dieta alcalina y sus beneficios se están propagando a través de muchos medios, aunque tiene sus detractores entre la comunidad científica que nunca la ha aceptado como buena, sin embargo muchas terapias alternativas presentan esta dieta como un método para prevenir enfermedades, entre ellas el cáncer que tanto asola a la población.

El punto de partida de esta dieta consiste en tratar de conseguir elevar el Ph de la orina de quien la siga y eliminar la ceniza ácida del cuerpo, asegurando la ceniza alcalina en él.

Los beneficios de la dieta alcalina se nos presentan como innumerables al despojarnos de los alimentos que crean la ceniza ácida, lo que ha llevado a quienes la impulsan a dividir los alimentos en ácidos y alcalinos.

También se asegura que esta dieta es válida como método de adelgazamiento, dado que en ella se excluyen azúcar, harina y otros elementos refinados, fritos, carnes en exceso y huevos y se subraya la ingestión de alimentos tales como vegetales, verduras, frutas y cereales sin refinar. Y es que cuando una persona está en proceso de quimioterapia precisa de estos alimentos alcalinos.

Comer de forma saludable es uno de los hitos que está comprendiendo y aceptando la sociedad actual y la dieta alcalina viene a ser una proyección de esta necesidad, que también es conocida como la antesala al veganismo, solo que en el caso de la dieta alcalina, la carne y el pescado también forman parte en pequeñas dosis y siempre a la plancha.  

Menú diario en base a la dieta alcalina

Desayunar un zumo de limón media hora antes del desayuno, ya sea frío o templado ayuda a disponer bien el cuerpo para la jornada que se avecina. El desayuno debería estar formado por leche vegetal, de avena, arroz o similares, cereales integrales y un puñado de frutos secos, lo que daría nutrientes a la persona, para pasar a tomar un bocadillo de pan integral a media mañana con vegetales crudos. La comida puede consistir en verduras y vegetales crudos y algún cereal no refinado como la quinoa, mientras que el apetito de la media tarde se puede colmar con jugos vegetales, infusiones y frutos secos. La cena habría de ser frugal pero no por ello menos apetitosa con sopa de  verduras, crema, puré de verduras o ensalada de quinoa u otros cereales sin refinar.

La dieta alcalina puede ser muy beneficiosa para bajar de peso y sentirse más ligero a la vez que beneficia muchos aspectos de la salud y aunque en ella se puedan consumir alimentos ácidos como los son los cereales y la avena, no se está contradiciendo el principio general en el que esta dieta se basa.

Las páginas webs como curacáncernatural.org dan buena cuenta de otros menús y las propiedades de esta dieta que evita los guisos elaborados y tantos otros alimentos y formas de prepararlos, aunque la comunidad científica sigue siendo renuente a aceptar los beneficios exclusivos de esta dieta, ya que considera que hay otros elementos y nutrientes alimenticios que el cuerpo también necesita. Sea como sea, la dieta alcalina es un buen modo de partida para recuperar agilidad y viveza, ya que todas las dietas comportan algún descuido de vez en cuando, salvo aquellos que se toman las cosas a rajatabla y hasta sus últimas consecuencias. Y es que es curioso como esta dieta se ha propagado de un modo tan formidable usando las redes sociales y nunca los medios de comunicación convencionales, asegurándose así un buen puesto entre las dietas alimenticias que más se siguen en EEUU y Europa.