La misión de rendir tributo a los Ramones

No tuvieron la oportunidad de ver en directo a la formación original de Ramones, pero sí a algunos de sus integrantes en solitario, como Marky, C.J. y Richie. «Evidentemente, no es lo mismo, pero tienes delante a alguien que admiras y que, en parte, te ha influido, con lo cual siempre es bonito de ver», afirman los cuatro miembros de Poison Heart, grupo de El Vendrell de tributo a la desaparecida banda de punk rock neoyorkina.

En 2014 decidieron juntarse y poner en marcha este proyecto. Venían de tocar cada uno en distintas formaciones y coincidían en que querían cambiar de rumbo. Influenciados por clásicos del rock, el punk y el indie, encontraron un punto en común: Ramones. Yuna misión, demostrar que su música no es tan sencilla como la pintan y que eran mucho más que una camiseta de moda.

«Fueron unos pioneros de su tiempo. Cuando te metes dentro de su mundo te das cuenta de lo que era realmente y que de sencillez, más bien poca. Nos lo tomamos muy en serio, intentando recrear al máximo la esencia de la banda, y eso tiene un trabajo importante detrás», explican.

Poison Heart toma su nombre de una canción mítica de los de Nueva York. «Le dimos vueltas a poner uno que jugase con el original, pero pensamos que eso es lo que hacen todas las bandas tributo, así que buscamos otro tipo de nombre, que incluso en un futuro, nos pudiera servir para una banda de temas propios».

Su repertorio puede llegar a dos horas con más de 45 canciones. «Un show de Ramones sin Blitzkrieg Bop, Sheena is a punkrocker, Beat on the brat, KKK took my baby away, Pet Semetary... es impensable», dicen. Tampoco se dejan el Happy Birthday Ramonero o el baile del pollo con Surfin’ Bird.

Este sábado lo pondrán en práctica en La Traviesa de Torredembarra.