La risa tiene la nariz roja

«Cuando las luces de la pista se apagan al acabar de trabajar, toca ponerse el abrigo de personita, coger aires de dignidad y salir a la calle camino de casa con el miedo de que este mundo tan serio nos devore. Sólo hace falta que alguien nos ayude a encender la chispa, para que cuando nos toque actuar en lo que llaman el ‘mundo real’, demostremos con nuestro comportamiento que podemos cambiar alguna realidad».

Con esta filosofía de vida, Rhum & Cia está de vuelta a los escenarios con su segunda función, Rhümia, con la que conquistó en 2016 el Gran Premio BBVA al mejor espectáculo de circo de los Premios Zirkòlika. Una oda a la profesión y el teatro de payasos, de una compañía que surgió en 2013 para homenajear al fallecido Joan Montanyès Martínez, más conocido como Monti.

Esta familia «inestable» de payasos y músicos, formada por Jordi Martínez, Joan Arqué, Roger Julià y Pep Pascual, ha acogido en su casa al artista callejero, músico, clown y luthier, Mauro Paganini, que aporta su universo mágico para cerrar la segunda parte de la apuesta clownesca que el grupo catalán inició con Rhum.

En casa de los Rhum & cia hay «otro mundo posible, otra pista de circo más íntima con nuevas entradas de payasos, canciones y músicas de todo el mundo y está llena de emociones absurdas y concretas». Imaginadas y reales. No es nada diferente de lo que ocurre en cualquier hogar alrededor del mundo porque, al fin y al cabo, «el circo es cualquier universo y cada casa es un circo donde todo el mundo tiene cabida».

Rhümia es «un canto a la esperanza, a la necesidad de reír y hacer reír por encima de todas las cosas. Aquí y allá, a los que ya saben y los que sabían y deben volver a aprender». Una obra para todos los públicos y edades liderada por una nueva hornada de alegres y divertidos caras blancas, sucesores de los clowns que nacieron en Inglaterra a mediados del siglo XVIII.

La risa, el arma más poderosa de la felicidad, escondido bajo una nariz roja.