'La sociedad nos presiona para comprar'

Entrevista a Núria Cónsola, psicóloga especialista en adicciones. En el caso de las compras el impulso por adquirir objetos termina 'destruyendo' las relaciones familiares y de pareja, además de deteriorar notablemente la salud y la vida de la persona adicta a las compras. Entre los 18 y los 29 años se puede desarrollar esta adicción. En este caso el público femenino está más expuesto.

19 mayo 2017 17:20 | Actualizado a 21 mayo 2017 15:48
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- ¿Cuándo se desarrolla la adicción a las compras?

- Se desarrolla cuando una persona no puede detener el impulso de comprar y siempre tiene la necesidad de comprar alguna cosa. Experimenta ansiedad, nerviosismo y un malestar general. Únicamente puede parar esta sensación con la conducta de la compra. La prevalencia de esta adicción en la sociedad se sitúa entre el 1,4 y el 5,8 por ciento, y la edad de inicio está entre los 18 y los 29 años. Las mujeres están más expuestas a desarrollar esta dependencia a las compras.

- ¿Cómo surge esta necesidad?

- La necesidad de comprar más surge cuando se va creando la tolerancia. Además, cuando ha transcurrido un tiempo de la compra el adicto siente malestar, culpabilidad y frustración por no haber parado el impulso, y se da cuenta del dinero que ha gastado y del que tal vez no dispone. Hay personas que incluso llegan a coger dinero de la economía familiar para comprar. Pero mientras compran no se dan cuenta de las consecuencias, porque es mayor el placer que el malestar.

- ¿Cuándo se es adicto a las compras?

- Cuando no eres capaz de frenar el impulso. Cuanto más tiempo pasa esta conducta de compra compulsiva se agrava y aumenta el fenómeno de la tolerancia. Al principio un adicto puede pasar una hora comprando o comprar 20 artículos, pero llega un momento en que no sacia esta ansiedad, y necesita estar dos horas de compras o adquirir el doble de objetos, porque ya no siente el mismo placer que al principio.

- ¿Cómo afecta al entorno de la persona adicta?

- Poco a poco se aísla de la familia. Le incomoda muchísimo que la gente le diga que tiene un problema, aunque en algunos momentos es consciente de que no puede parar y le duele que alguien de su entorno le haga ver que tiene un problema, porque es un modo de destapar la adicción a las compras. Si no se sabe o no se habla no existe.

- ¿Campañas como el Black Friday contribuyen a desarrollar este tipo de adicción?

- Son campañas muy agresivas a nivel publicitario, y la sociedad y la cultura también nos presionan para comprar. Si no lo haces parece que vives marginado de la sociedad.

- ¿Cómo afecta Internet?

- Tenemos al alcance múltiples facilidades de pago y créditos instantáneos. La posibilidad de comprar a través de Internet en cualquier momento y la inmediatez en la entrega hacen que muchas veces compremos sin ninguna necesidad. Si una persona tiene problemas para controlar sus impulsos está más expuesta.

- ¿Cuál es el tratamiento?

Hay que reprimir el impulso. La intervención es cognitivo-conductal. La persona adicta debe darse cuenta de los pensamientos que tiene alrededor de las compras y después trabajar la conducta. Hay que impedir, por ejemplo, que disponga de tarjeta de crédito o de grandes cantidades de dinero en efectivo. También ayuda si encuentran otras actividades que le resulten gratificantes más allá del acto de compra.

- ¿Todo el mundo está expuesto?

- Todos estamos expuestos a padecer una adicción de este tipo o cualquier otra. Aunque muchas veces existe también una patología asociada o que es predisponente, como una depresión o un trastorno afectivo con la familia o la pareja. También se está más expuesto si se consumen otras sustancias.

- ¿Cómo se puede evitar?

- Hay que dar menos valor a las cosas materiales y más valor a las personas por lo que son, y no por lo que tienen. Ayudar a que las personas se llenen a nivel personal y no material.

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