Los animales no son cosas

El filósofo Tom Reagan, especializado en la teoría de los derechos de los animales, afirmó: «Un sujeto de una vida es un alguien, no un algo, es un ser al cual su vida le importa incluso si no le importa a nadie más». En España se ha dado recientemente un paso más para que los animales dejen de ser cosas. El Congreso aprobó por unanimidad (a instancias de Ciudadanos, el pasado mes de febrero), una Proposición No de Ley para instar al Gobierno a promover las reformas legales necesarias y definir a los animales como «seres vivos dotados de sensibilidad». La iniciativa ha llegado a la esfera política con el aval de más de 260.000 firmas, gracias a la campaña #AnimalesNOsonCosas iniciada en el año 2015.

«El Observatorio Justicia y Defensa Animal, inició la campaña a través de Change.org. El Código civil español data de 1889 y es necesario adecuarlo a la realidad social y legal actual», afirma la directora del Observatorio Justicia y Defensa Animal y abogada de Derecho Animal, Nuria Menéndez de Llano.

Marita Giménez-Candela, catedrática de Derecho Romano, experta en Derecho Animal y directora del Máster en Derecho Animal y Sociedad de la UAB (Animal Law and Society), destaca que «una petición como la que se ha hecho responde a un cambio de sensibilidad de la sociedad en relación a los animales, ya no son solamente objetos, e impulsa al legislador a cambiar también en beneficio de la propia sociedad». «Una sociedad más compasiva y justa con los animales es perfectamente compatible con el reparto de beneficios para todos. Que los animales dejen de ser cosas no es una ocurrencia, es la respuesta a un cambio social, político y económico que se ha producido en España y en todo el mundo», añade.

‘Seres vivos dotados de sensibilidad’

La Proposición No de Ley se centra en dos aspectos fundamentales. «Por un lado queremos que se reconozcan a los animales como seres vivos dotados de sensibilidad y por otro evitar que también puedan ser embargables en cualquier litigio, como ocurre actualmente», detalla Nuria Menéndez de Llano.

El objetivo de la reforma es que los animales reciban el estatuto jurídico que ya les otorga el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europa que, en su artículo 13, reconoce «a los animales como seres sentientes, es decir, seres vivos dotados de sensibilidad».

Animales embargados

¿Un animal es lo mismo que un armario o un sofá que se pueden embargar? Por increíble que parezca hay sentencias judiciales que así lo dictan. «Es bastante frecuente porque las personas lógicamente, en cualquier ámbito de la vida, compran, contratan, tienen deudas, etc. Cuando hay que ejecutar un embargo el animal es un bien ejecutable y vendible, y se le puede separar de la familia a la que pertenece», detalla Nuria Menéndez de Llano, y añade que «esto da lugar a situaciones dramáticas y dolorosos en familias que ya sufren un drama económico».

«No podemos dejar de tener en cuenta los intereses básicos de los animales. Son seres que sufren y padecen, y hay que velar por su bienestar», afirma la directora del Observatorio Justicia y Defensa Animal.

El cambio en España viene precedido por la experiencia de otros países europeos como Austria, Francia, Portugal, etc. «Estos países también han modificado toda la legislación dependiente. Como la legislación procesal. Se puede embargar una radio o un televisor, pero no un animal», afirma Marita Giménez-Candela. La misma subraya que «en Austria la ley procesal sí que incluyó en su articulado una mención a la prohibición de embargo de los animales, tanto domésticos como de compañía por la especial relación de afecto que existe con las personas».

Huir del pasado

El Código Civil español data del siglo XIX y los animales están considerados como objetos. Una consideración que está años luz de otras normativas de países europeos o incluso del Código Civil catalán. Si nos remontamos más lejos en el tiempo, llegamos a la época romana. «En una época muy antigua, en el derecho romano, aparecen los animales como entes en propiedad al mismo tiempo que los esclavos. Y ahí se han quedado a pesar de que la sociedad y el sistema político han evolucionado, y han entendido que hoy los animales no son, como cuando entraron en el sistema jurídico, fuerzas de trabajo y productos para la subsistencia del ser humano», explica Marita Giménez-Candela. En lo que se refiere al maltrato animal, se ha avanzado a nivel legislativo. «Es algo que el Estado debe asumir como parte de sus deberes respecto de los ciudadanos. No se puede consentir que a los animales se les maltrate de forma impune. Y el Estado lo ha entendido ya que en 2015 reformó el Código Penal», detalla la experta en Derecho Animal.

A pesar de los avances que se han hecho, a Marita Giménez-Candela no dejan de sorprenderle afirmaciones que aseguran que «se confundirán las atribuciones referidas al ser humano si a los animales les damos unos estatutos que favorezcan que se les bien trate. No se ofenderá ni se quitarán derechos a nadie, sino que se va a establecer un equilibrio con los seres vivos con los que compartimos la vida».

Paciencia

El cambio no será de un día para otro. Requiere tiempo. «Después de que el Congreso aprobara la Proposición No de Ley, se está estudiando la petición. Una comisión de codificación deberá emitir los informes pertinentes, para que sea el Gobierno y el Ministerio de Justicia quienes formulen un anteproyecto de ley para recoger el contenido de las modificaciones. Posteriormente debería tramitarse como un proyecto de ley para someterlo a debate y aprobación», detalla Nuria Menéndez de Llano, y añade que «lo único que podemos esperar es que sea en esta legislatura».

El futuro es imprevisible pero, desde la prudencia, Marita Giménez-Candela afirma que «la adaptación de la legislación dependerá de las necesidades de nuestra sociedad».