Los estrenos de la semana: 'Alien: Covenant', el retorno a los orígenes

Cuando se cumplen 38 años de la primera película de la saga, que marcó un antes y un después en la ciencia ficción,  Ridley Scott regresa al terrorífico universo que él creó

10 mayo 2017 20:55 | Actualizado a 23 mayo 2017 10:15
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Seguramente, si usted es fan incondicional de la saga Alien, este Alien: Covenant le va a parecer un compendio concentrado de lo mejor de esta franquicia. Buenos momentos de terror, sustos y suspense... mucho suspense con el espectador agarrado a la butaca esperando que ¡plashhhhh! llegue el susto que ya nos veníamos oliendo.
Sin riesgo a equivocarme, las dos primeras entregas son las mejores de la saga. Alien, el octavo pasajero (la primera, firmada por Ridley Scott en 1979) y Aliens: el regreso (rodada por James Cameron en 1986) no siguen el mismo patrón. 
La primera se aferra al terror puro. Al que nos revuelve en nuestro asiento mientras esperamos cómo ese chorreo de ácido corrosivo (que es la propia sangre del alien) sirve como preámbulo para ver aumentado el tamaño del monstruo alienígena con cada nueva víctima destrozada. 
Aliens: el regreso es una película más de acción que de terror, al más puro estilo Cameron. Dos visiones diferentes sobre el mismo monstruo.
Alien: Covenant es la secuela de la película de 2012 Prometheus. En ella se nos invita a seguir el viaje de otra nave. En esta ocasión, la Covenant (en la primera de 1979 la nave era la Nostromo) no es una nave de exploración, sino de colonización. Las cosas se tuercen, su tripulación acaba aterrizando sobre el planeta equivocado, y pronto queda claro que van a pasar cosas muy malas.
De esta manera, y con los consiguientes paralelismos con el filme original, Ridley Scott regresa al universo que él creó. Pero esto es sólo el segundo capítulo de la trilogía precuela que arrancó con Prometheus y que servirá de puente para conectarla directamente con el magistral filme que marcó a finales de los año 70 un antes y un después en el cine de ciencia ficción.
Ahora, lo que la tripulación del Covenant piensa que es un paraíso inexplorado, acabará convirtiéndose en un mundo oscuro, sangriento y peligroso -cuyo único habitante es el ‘sintético David (Michael Fassbender), superviviente de la condenada expedición Prometheus.
Nadie ha tratado el espacio y los ‘aliens’ como Ridley Scott. Para él, el truco es conseguir una sensación de inquietud que produzca angustia y miedo. Mientras el espectador ya sabe que en cualquier momento va a ocurrir algo terrible.
Como en la primera película de la saga, esta Alien: Covenant es descarnada y gótica y, sin embargo, es distinta de lo que habíamos visto hasta ahora. 
 Probablemente, Alien: Covenant es el filme más aterrador de toda la franquicia. Tiene todos los elementos que se esperan de ella. Incluso casi un clon de Sigourney Weaver (la teniente Ripley), que ahora es reemplazada por una estupenda Katherine Waterston en el papel de Daniels.
Es fácil hacer una analogía entre Daniels y Ripley. Al principio de la película ambas son terceras al mando, además, las dos son inteligentes, buenas en sus trabajos y, desde luego, ambas son mujeres. ¿Tendrán algo más en común?
Y ya saben, como decía el eslogan de la primogénita Alien, ‘en el espacio nadie puede oír tus gritos’. En el cine, no existe ese problema. 

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