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Un futuro tenebroso y amenazador es la base de Life, la nueva película de ciencia ficción del cineasta sueco de origen chileno Daniel Espinosa.
La incertidumbre y desorientación de la sociedad contemporánea se cuelan como telón de fondo en la narración de Life y que cuenta con un reparto de primera línea encabezado por Ryan Reynolds, Jake Gyllenhaal y Rebecca Ferguson.
La película, que combina ciencia ficción y terror, gira en torno al trabajo de unos científicos en la EEI. Roy Adams (Ryan Reynolds), David Jordan (Jake Gyllenhaal) y la tripulación de la Estación Espacial Internacional viajan a Marte con el objetivo de comprobar si las muestras recogidas en el planeta rojo presentan indicios de vida inteligente. Cuando uno de los científicos a bordo examina la única célula encontrada, todo el equipo presencia un hecho insólito: la prueba incuestionable de que hay vida extraterrestre.
Ante su asombro, deciden examinar y establecer el primer contacto con el organismo alienígena. Desgraciadamente, el grupo de astronautas descubrirá demasiado tarde que esta forma de vida (un microorganismo al que bautizan como Calvin) comienza a evolucionar de una manera asombrosa y terrorífica. Calvin es más inteligente de lo que esperaban, hasta tal punto que sus vidas podrían estar en grave peligro, convirtiendo la expedición en una pesadilla espacial y una batalla por la supervivencia. Si ese ente microscópico llega a la Tierra podría poner en peligro toda existencia humana. ¿Cuál es exactamente la amenaza a la que se enfrentan? ¿Cómo le harán frente?
Como se puede apreciar, nada nuevo bajo el sol de la originalidad. De hecho, dentro de un mes aterriza en las pantallas de todo el mundo Alien: Covenant, la nueva entrega de esta saga que sí tenía muchos aspectos innovadores y que aunaban y aúnan ciencia ficción, terror y acción.
‘Alien’ en el subconsciente
Sin embargo, Life no esconde de dónde vienen sus ideas, su condición de conglomerado de terror espacial en cuyas imágenes se cuela un sistema visual codificado (Alien, entre otras) que Espinosa trabaja de un modo que, al final, resulta verdaderamente llamativo.
Este Life tiene algo de aquel primogénito Alien de 1979. Comparten muchas características. Los fans de la saga alienígena no deben esperar aferrarse a la butaca como posesos, pero, al menos, pasarán un rato entretenido. El filme es una explotación decente y pasable del ‘mito alienígena’, que no es la ‘octava’ maravilla, pero que a pesar de su ritmo irregular logra que el espectador se interese por los acontecimientos esperando con incertidumbre el final.
Por otra parte, Life es una forma de ir calentando los ánimos de cara al 12 de mayo (fecha prevista para el estreno de Alien: Covenant). Su director nos ofrece un relato de terror pulp, sin reinventar ni desviarse de la fórmula clásica.
El director, que recreó la EEI y la gravedad cero en un estudio de Londres, ha tratado en Life de evitar el uso excesivo de efectos generados por ordenador. Un punto a su favor.
