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El cineasta M. Night Shyamalan, quien en el pasado facturó éxitos de taquilla como El sexto sentido, El protegido o Señales, ha regresado por sus fueros con Múltiple. Además de ser su mejor película desde las dos primeras, ahora también ha logrado colarse en el número 1 del ‘box office’ americano, hecho que no sucedía desde que en 2004 estrenara El bosque. Ahora, en su primer fin de semana de estreno, la cinta recaudó 40,1 millones de dólares (37,4 millones de euros), muy por encima de las expectativas de la industria, y evidencia la buena racha de Shyamalan, que el año pasado firmó el título de terror más exitoso del año con La visita.
Muy probablemente, los seguidores del ‘nuevo Hitchcock’ disfrutarán de una nueva vuelta de tuerca al tipo de cine que le encumbró. Verdaderamente, uno sale de la proyección con auténtica angustia por lo que acaba de ver. Es el retorno a la pura esencia del propio Shyamalan, el que nos hacía dudar acerca de lo que estábamos viendo, el que nos ponía en solfa sobre la supuesta autenticidad de la trama que seguía el espectador.
Este múltiple es un thriller psicológico totalmente absorbente. Te mete en la historia en un abrir y cerrar de ojos mientras te aferras a la butaca preguntándote cual de las múltiples personalidades que interpreta James McAvoy aparecerá en cada momento.
Múltiple es un espléndido thriller con tintes de terror que gira en torno a Kevin (James McAvoy), un hombre con trastorno de identidad disociativo por el que múltiples personalidades -hasta 23- pugnan por tomar el control de sus acciones. Sin embargo, y a pesar de que Kevin le ha demostrado a su psiquiatra de confianza, la Dra. Fletcher (Betty Buckley), que posee todas ellas, aún queda una por emerger, decidida a dominar a todas las demás. Obligado a raptar a tres chicas adolescentes encabezadas por la decidida y observadora Casey (Anya Taylor-Joy), Kevin lucha por sobrevivir contra todas sus personalidades y la gente que le rodea, a medida que las paredes de sus compartimentos mentales se derrumban.
Bajo esa trama, Shyamalan construye una colección de giros marca de la casa en la que el espectador vive angustiado cada momento, casi al igual que las tres jóvenes secuestradas, quienes buscan escapar de un ‘monstruo con 23 cabezas’.
Hace tiempo que las divisiones mentales de personas que sufren el trastorno de identidad disociativa fascinan a la ciencia, sin que esta pueda darnos respuestas, pero se cree que algunos casos llegan a manifestar atributos físicos únicos correspondientes a cada personalidad. En otras palabras, hay un prisma cognitivo y fisiológico para cada una de las personalidades dentro de un mismo ser.
El filme exprime estupendamente el terror psicológico al que nos tiene obligados el director hindú, acompañado de una puesta en escena visual fascinante y las que acompaña la interesante interpretación de McAvoy. Todo ello perfectamente aderezado con un ambiente claustrofóbico y la sucesión de giros a los que, por supuesto, acompaña el giro, voltereta y triple mortal final. Y digo esto porque una de las mayores críticas que se le suele atribuir a Shyamalan es que construye sus películas alrededor de una inevitable sorpresa final, que con el paso de los años ha dejado de sorprender porque todos ya la esperamos. Eso sí, reconozcamos que sus guiones suelen tener mucho más que un giro al final. Ese salto final suele ir acompañado de una moraleja o un tema que nos lleve a la reflexión sobre la comunidad en que vivimos. Ahí está el ejemplo de El bosque o La joven del agua.
Y es que ese giro final es tan radical y sorprendente que supone un reajuste tan radical del relato, que creará una conversación totalmente independiente por sí misma
Con Múltiple, el cineasta de Pondicherry (India) ha vuelto al top de la taquilla, tras haber bajado previamente a los infiernos por fracasos como Airbender , el último guerrero (2010) o After Earth (2013).
