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Parece que Disney va a reemplazar definitivamente a sus once ‘princesas’ (es decir, la saga de las Blancanieves, Cenicienta, Aurora, Ariel, Bella, Jasmín, Pocahontas, Mulán, Tiana, Rapunzel y Mérida) por la nueva generación de heroínas femeninas que desde hace algunos filmes están dispuestas a tomar el mando y el control de sus largometrajes. Entre medio, algunos roles que estaban a medio camino entre la ‘realeza’ y la ‘sociedad civil’.
Vaiana es, definitivamente, el salto final hacia ese segundo estadio, el de las heroínas sin sangre real pero con temperamento propio y causa noble. Ahora son ellas las que salvan a los príncipes o a los semidioses.
Y, todo eso, sin dejarnos de hacer reír gracias sus protagonistas secundarios. En Vaiana, el pollo loco Hei Hei y el pequeño cerdo salvaje Pua ponen las notas divertidas de una película de casi dos horas de duración (poco habitual en Disney, que suele apostar por los 90 minutos).
Pero el filme de John Musker y Ron Clements (directores, entre otras, de Tiana y el sapo, El planeta del tesoro, Hércules, Aladdin, La sirenita o Basil, el ratón superdetective) tiene otros muchos puntos fuertes. Es, sin duda, la mejor película de esta pareja de directores, un icono de referencia en la factoría Disney.
Por un lado, la maravilla técnica de su animación deja boquiabiertos a los espectadores. Una imagen limpia, bellamente fotografiada (o coloreada) y unos efectos digitales que para sí ya los quisieran muchas películas de acción real son sólo detalles de una puesta en escena brillante. Basta con comprobar lo bien resueltos que están realizados los movimientos del mar. En buena medida hay que agradecérselo a la empresa española Next Limits quien, en 2008, logró un Oscar especial por hacer totalmente creíbles los efectos especiales sobre líquidos y fluidos.
Otro de los aspectos más destacados de Vaiana es el mensaje que lanza Disney en pro del medio ambiente. La protagonista lucha por restablecer el medio natural tal y como era originalmente. Una apuesta por la ecología, tal y como apuntan los actuales tiempos, aunque le pese a Donald... Trump.
Finalmente, su banda sonora es sencillamente excelente. Por supuesto, apúntenla a la carrera de los Oscar para el año que viene y no descarten que entre las finalistas a mejor canción, Vaina a coloque un par de sus temas. Los clásicos que han marcado la infancia de muchos espectadores tienen en común temas divertidos y pegadizos que han sido cantados una y otra vez durante años. La banda sonora de Vaiana también se compone de canciones pegadizas. María Parrado ha sido la cantante escogida para interpretar en castellano el tema central, Qué hay más allá, que nos cuenta las aspiraciones de Vaiana una joven heredera del trono de la tribu que habita en la isla de Motu Nuia y que quiere lanzarse al mar a explorar, como hicieran sus ancestros, a pesar de la negativa de su padre. La canción es la traducción de How far I’ll go la cual fue compuesta por Lin Manuel Miranda el chico de oro de los musicales de Broadway así que el éxito está más que asegurado. Igual que la película.
