¿Para quién es el divorcio más difícil?

Cuando un cónyuge, esposo o esposa ha tomado la decisión de separarse del otro y proceder al divorcio, se enfrenta a múltiples desafíos. El divorcio no solamente producirá daños emocionales, sino también económicos

19 mayo 2017 21:23 | Actualizado a 22 mayo 2017 12:17
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¿PARA QUIÉN ES EL DIVORCIO MÁS DIFÍCIL?

Cuando un cónyuge, esposo o esposa ha tomado la decisión de separarse del otro y proceder al divorcio, se enfrenta a múltiples desafíos.

El divorcio no solamente producirá daños emocionales, sino también económicos.

Cuando se comienza un matrimonio se piensa en la célebre frase de que el mismo continuará hasta que la muerte nos separe, sin embargo, una vez producida la quiebra matrimonial puede significar el derrumbe total de todas las esperanzas, inquietudes o ilusiones que se habían puesto inicialmente en la unión matrimonial.

El divorcio puede herir igualmente tanto al hombre como a la mujer desde el punto de vista económico y si uno de los dos era el soporte de la familia, tendrá ahora que mantener el apoyo compensatorio a su ex a pesar de que el matrimonio se haya extinguido.

En muchos casos de divorcio la estabilidad financiera, que tenía la pareja cuando existía el vínculo, se verá gravemente quebrantada, ya que los recursos económicos tendrán que dividirse ente dos unidades familiares independientes.

 

LOS NIÑOS LOS GRANDES PERJUDICADOS

Sin embargo, el mayor impacto emocional de un divorcio suele ser sentido por los propios hijos. No importa el número de estos, ya sean uno o cinco, ya que los niños van a experimentar ciertos cambios sustanciales en su vida a pesar de que se les intente dotar de la mayor estabilidad y seguridad.

El alejamiento físico de uno de los padres y la ruptura de la convivencia conjunta puede tener efectos devastadores en el niño y en cualquier edad del mismo, sin embargo, los psicólogos han demostrado que tal vez el momento más difícil suele ser en las edades comprendidas entre los 2 y los 4 años.

 

¿CÓMO SE DEBE AFRONTAR EL PROBLEMA?

Adoptar una estrategia adecuada dependerá de la edad del niño, ya que no es lo mismo un adolescente que un bebé, situación que condicionará igualmente el posible régimen de visitas y su posterior modificación según se explica en este artículo.

Así, mientras que con niños de tierna edad el hecho simple de cogerlo en brazos puede ser útil para evitar el sentimiento de abandono, cuando el pequeño tiene capacidad de hablar, será necesario animarlo a conversar sobre sus sentimientos, abordando sus problemas emocionales de una forma apropiada para su edad.

Más compleja será la situación y el tratamiento de la misma con los adolescentes, ya que no solamente habrá que hacerles cumplir con las normas de la casa poniéndoles límites, sino que habrá que atender a sus problemas emocionales más actuales.

Cuando los padres entiendan que la situación les supera, lo más aconsejable será conseguir ayuda externa de psicólogos profesionales.

Problema distinto será el de los niños pequeños o en edad preescolar en los que cualquier cambio en su estabilidad puede producir una crisis emocional al producirse extrañeza con el padre ausente, por lo que será necesario hacerle comprender que él no es responsable de la ruptura.

En los niños de 6 a 11 años pueden surgir sensaciones de abandono, por lo cual ambos padres deberán de insistir en que continuarán amándole de la misma forma, que no se sentirá desprotegido en modo alguno y que ninguno de los padres es el responsable de la separación.

 

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