Piezas únicas para la inmensa minoría

Únicas. Esta es la palabra clave que a uno le viene a la mente cuando entra en la tienda de Carmen Dapena, en la calle del Portalet, en la Part Alta de Tarragona. Es un espacio que parece una exposición de bellos artículos. Ella enseña con una sonrisa la belleza de las piezas únicas creadas para la inmensa minoría:anillos, collares, bolsos, chales, cinturones… La cantidad y la calidad de los productos hacen pensar en que detrás de cada uno de ellos se esconde una pasión increíble y mucha motivación para dar al hobby una realización física…

Carmen Dapena es de Tarragona, pero ha vivido muchos años en Ibiza y Madrid. Al final, ha vuelto a sus orígenes, firmemente decidida a encontrar un rincón físico para su pasión. Socia fundadora de una de las empresas más conocidas de internet para artículos de decoración, joyas, accesorios para vestir, ella al principio gestionaba a través de la red su tienda on line. 

Apuesta en su negocio por la belleza y la exclusividad 

«Son objetos comprados en pequeños talleres o elaborados por artesanos», cuenta Carmen enseñando varias pulseras y collares que merecen estar expuestos como obras de arte. Ella dice que la filosofía de ‘Lapety’ se basa, realmente, en «los artículos únicos para la inmensa minoría». Durante años la tarraconense, con pasión, decisión y mucho amor, complementa su creativa colección con objetos artesanos de todo el mundo: tiene piezas de Grecia, de Portugal, de Italia…

En busca de la unicidad
De algunos de los artículos se hacen tiradas tan pequeñas que se convierten en piezas irrepetibles; otros están muy limitados, con ligeras variaciones. La filosofía de ‘Lapety’ es todo lo contrario a la fabricación masiva: las cosas que busca Carmen Dapena tienen que estar «creadas de una manera muy personal y apasionada». 

Y lo hace buscando por el mundo pequeñas empresas, creadores independientes o talleres artesanales en diferentes países, para luego llevarlos a su «espacio exclusivo».

«La gente mostraba mucho interés por lo que exponía en mi blog. Así decidí abrir la tienda», recuerda ella y con orgullo cuenta también del interés que demuestra la prensa, sobre todo varias revistas femeninas y de moda.

Los artículos atraen a los clientes. Asu tienda entran tarraconenses, turistas… Piden, miran, preguntan. Dos francesas compran sendos bolsos de colores. La temporada aún no ha empezado, pero Carmen ya tiene mucho trabajo. Muestra una variedad increíble de cojines, velas, pulseras, carteras… La creatividad y el espíritu personal de los artesanos respira en cada producto.

Para los que ya forman parte de ‘Lapety’ como clientes miembros, cuentan con newsletters dedicados a todas las novedades, y también con los productos. 

Al despedirse, Carmen confiesa que cree posible un mundo mucho mejor, donde «se aprecie a los creativos que crean de una manera propia dejando en lo que hacen parte de sí mismos».