‘Power Walking’: Cómo comenzar a andar con energía

Esta disciplina deportiva ayuda a quemar más grasa que el running y también contribuye a mejorar el sistema cardiovascular en general

08 octubre 2017 18:32 | Actualizado a 10 octubre 2017 20:04
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dar más de 10.000 pasos al día. Pero no es lo mismo alcanzar esta cifra mientras se miran escaparates en un centro comercial, que cuando se camina a toda marcha por caminos rurales o la ciudad. Partiendo de la base de que el Power Walking es un actividad física apta para todo el mundo, el doctor Álex Godall Arteaga, especialista en Medicina del Deporte en Traumatología Lenox Corachán (TLC), centro miembro de Top Doctors, detalla que «el Power Walking es ideal para la gente que no le gusta correr o que se prepara para posteriormente iniciarse en el running, o para aquellos runners que en los días de descanso quieren realizar algo de actividad física». «Obviamente las personas con lesiones cardíacas graves deben consultar con su cardiólogo», añade el experto. 

Y es que cada vez son más las personas ‘enganchadas’ al Power Walking, y que se sienten más satisfechas andando rápido que echando a correr. De hecho, el Estudi del practicant esportiu a l’Estat espanyol presentado este año por el clúster de la industria del deporte, Indescat, revela que el deporte como prevención y hábito saludable es una de las motivaciones que más aumenta entre los practicantes deportivos.

Según el informe, el 82% de los encuestados afirma realizar deporte para mantener un estilo de vida saludable y estar en forma, y concretamente el 12% de los preguntados manifiesta que hace ejercicio por recomendación del médico. Él mismo doctor especialista en Medicina del Deporte enumera algunos de los principales beneficios del Power Walking: disminuyen la tensión arterial y los niveles de colesterol; ayuda a quemar grasas; mejora el sistema cardiovascular en general, en mayor medida que el running; protege las articulaciones y la espalda de lesiones e impactos que, por ejemplo, el running produce; y contribuye al refuerzo muscular, sobre todo de abdominales, glúteos y gemelos.

Es ideal para aquellas personas a las que no les gusta correr

Además es una buena manera de empezar a hacer deporte. «Es una buena opción porque no se fuerza el sistema cardiovascular ni muscoloesquelético y la exigencia es mínima, pudiéndose incrementar progresivamente en función de la capacidad de cada persona», detalla el doctor. A pesar de todos estos beneficios, hay algunas precauciones que también hay que tener en cuenta y que, según detalla el especialista en Medicina del Deporte, son tener una condición física normal, sin patologías graves y conocer y aplicar correctamente la técnica.

Cómo andar con energía
 

El Power Walking no es andar por andar. Para empezar hay que tener una correcta técnica y posición corporal. Según explica Álex Godall esto significa «hombros hacia atrás y sacando pecho, vista al frente, abdomen activado, movimiento alternativo de pies y brazos con una ligera flexión de ambos, un pie siempre en contacto con el suelo, no cruzar los brazos delante del pecho y no descolocar las caderas». 

Durante el recorrido la velocidad debe oscilar entre los 6 y 9 km/hora

Además la velocidad mientras se practica Power Walking debe oscilar entrelos 6 y los 9 km/hora y es recomendable mantener el ritmo de pulsaciones en el 60-75% de la frecuencia cardiaca máxima, con pequeños intervalos de actividad en la zona anaerobia. Todo ello sin bastones ni apoyos de ningún tipo. 

Entre los practicantes del Power Walking, uno de los aspectos que más llama la atención es que se consigue perder peso y estar en forma caminando. Una realidad que confirma el especialista en Medicina del Deporte del centro Traumatología Lenox Corachán. «Se queman más grasas que con el running porque el Power Walking se realiza al 60-75% de la frecuencia cardiaca máxima y en estos niveles la quema de grasa es más efectiva que en esfuerzos anaerobios más sostenidos», detalla el experto.  

En este caso, él mismo recomienda mantener el ritmo, entre 6-9 km /hora, durante un máximo de 60 minutos en el caso de personas iniciadas, y 120 minutos si son caminantes entrenados. Además esta disciplina se puede practicar entre 3 y 6 días a la semana. Con el Power Walking cada persona marca el ritmo de su salud.

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