Sentirse un pájaro con el parasailing de Salou

Esta actividad acuática nos permite volar con libertad y está disponible en las playas de Salou, donde es uno de los deportes de agua más demandados por los turistas de esta localidad costera

19 mayo 2017 18:38 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:09
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judit gabaldón sánchez

Salou tiene otra cara, una más aventurera, en la que las actividades acuáticas triunfan. Desde la empresa Estació Nàutica se ofrecen deportes de todo tipo: desde vela hasta flyboard, pasando por paddle surf. Pese a esto, la sensación del verano es el parasailing, una actividad que esta empresa solo ofrece en la costa de Salou. Aunque requiere un cierto valor y no tener miedo a las alturas, el parasailing es perfecto para aquellos que deseen pasar unos minutos surcando el aire en completo relax.

Pero, ¿qué es? Aunque esta actividad nació en el año 1971, es ahora cuando prácticamente cualquier costa la ofrece como deporte de ocio. Tal vez nos suene de alguna película la típica lancha motora que transporta un paracaídas en lo alto. Pues esta actividad es precisamente la que ahora causa furor entre los turistas de Salou.

El parasailing consiste en, básicamente, ir amarrado a un paracaídas que conecta con una lancha motora, gracias a la cual volaremos y avanzaremos en el aire. La salida y el aterrizaje se hacen o bien desde la misma orilla de la playa o mediante una plataforma que va incorporada a la lancha. Es importante tener en cuenta que los individuos que suben en el paracaídas no tienen ningún control sobre él, por lo que reciben consejos de seguridad a la hora de despegar y aterrizar en el suelo.

Su inventor, Mark McCulloh, creó la primera plataforma estacionaria para poder llevar a cabo el paravelismo en las playas de Miami, Florida. Pese a esto, McCulloh es reconocido en este ámbito por la invención del ‘winchboat’, una lancha motora con manivela para poder recoger y lanzar a los que desean practicar el parasailing. En resumen, lo que Mark McCulloh fue haciendo a lo largo de su vida fue perfeccionar el equipo que, posteriormente, hizo posible el parasailing y modernizó este nuevo y más relajado paracaidismo de playa.

Pasajeros

En Salou esta actividad es apta para todo aquel que lo requiera, siempre y cuando tenga más de dieciséis años. Pero los clientes más habituales del parasailing en esta localidad costera son las familias o los jóvenes. No es de extrañar que al ir a la playa a las once de la mañana nos encontremos una cola formada por varias familias o grupos de amigos esperando su turno mientras, a lo lejos, la lancha motora y el paracaídas en el aire se van acercando. De hecho, hay lista de espera y lo mejor es reservar con algo de tiempo, ya que es una actividad muy demandada entre los turistas de Salou.

En general, cualquiera con más de dieciséis años, la edad mínima requerida, puede disfrutar del parasailing. Pese a esto, hay que cumplir algunos requisitos, como pesar entre 45 y 160 kilos, aproximadamente. También se requiere llevar ropa cómoda y bañador, junto con el salvavidas y el casco de seguridad. Además, las rachas de aire no deben superar los 24 km/h ni bajar de los 19 km/h. Como consejos, lo mejor es ponernos protección solar, ya que si en tierra firme ya da el sol, en el aire las temperaturas suben y los rayos del sol impactan de manera más fuerte.

Si sentimos más confianza en compañía, también es posible subir con alguien. Pueden viajar hasta tres personas con un mismo paracaídas. Cuanta más gente, más barato sale el viaje, ya que un recorrido individual al practicar parasailing en Salou tiene un precio de 60 euros, mientras que al ser tres sale a 47 euros por persona, aproximadamente.

En el aire

Antes de emprender el viaje hacia las alturas es importante atender a las instrucciones que nos explica el monitor. Gracias a él, sabremos qué debemos hacer al despegar y los pasos a seguir para aterrizar sin riesgo de caer al agua. No hay que pensárselo dos veces para subir, y hay que tener claro que el único riesgo que corremos es caer al mar, siempre planeando con el paracaídas, por lo que nuestro descenso será suave. En resumen, no hay peligro alguno al practicar esta actividad acuática.

Es hora de enfundarnos el arnés y el traje salvavidas junto con el casco. Oímos el motor de la lancha y, de repente, empezamos a subir. Es necesario decir que no es un ascenso lento, sino rápido, y que tal vez sintamos presión en la zona del hombro y la axila debido al arnés. Pero no hay que preocuparse, gracias al rápido ascenso enseguida estamos volando por encima del mar, siempre a una altura máxima de cincuenta metros que no hay que superar. Desde ahí arriba es fácil sentirse un pájaro e incluso olvidarse de que vamos sujetos, lo que se siente es una total libertad.

Pero no solo nos sorprende la libertad que sentimos, gracias al parasailing podemos ver Salou de una manera totalmente diferente. Volando por el cielo vemos el azul intenso del mar y a los veraneantes como pequeñas hormigas en la arena, ajenos a todo y a nosotros mismos. Incluso los edificios más altos de la localidad parecerán simples castillos de arena bajo nuestros pies.

De esta manera, recorremos toda la playa de Levante, parte de la de Poniente y la playa Capellans. Todo esto durante veinte increíbles minutos que cambiarán toda percepción anterior sobre las cosas.

Al descender, el viaje es más suave en comparación al despegue. Poco a poco, la lancha motora va perdiendo velocidad y nosotros vamos descendiendo. Esta vez, ni el mar, ni los edificios, ni las personas son tan pequeños, y a medida que bajamos da la impresión de que ese mar azul y resplandeciente nos va a tragar. Pero, finalmente, llegamos a la plataforma de la lancha y, mirando a lo alto, nos despedimos de esa nueva percepción de completa libertad que aún nos acompaña.

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