Siete catalanas de película que quizá no conocías

Una fotógrafa, una espiritista, una empresaria, una pintora... Un libro recupera la vida de siete catalanas decididas que vivieron entre el final del siglo XIX y principios del XX

19 mayo 2017 16:12 | Actualizado a 24 diciembre 2019 23:30
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¿Qué tienen en común una fotógrafa, una espiritista, una pintora, una empresaria, una activista cultural..? La editora y escritora Elisenda Albertí, que se ha encargado de reunir a tan heterogéneo grupo, explica el nexo: todas son catalanas y vivieron entre los finales del siglo XIX y principios del XX.

‘Decidides, set dones a contra corrent’ (Decididas, siete mujeres a contra corriente) es el libro que Albertí acaba de editar y en el que recopila estas siete peculiares biografías.

Albertí, que se ha especializado en biografías de mujeres, ya ha recuperado las historias de otras mujeres notables en libros como ‘Damas, reinas y abadesas’, ‘Mujeres de Barcelona’,‘ Catalanas medievales’ y ‘Comprometidas’. Si se le pregunta si hacía falta un libro más, responde que sí, porque en lo que se refiere a la historia de las mujeres «todavía hay muchos capítulos en blanco».

En el caso de las que aparecen en este libro, apunta que de todas tenía más o menos referencia, pero nunca dejan de sorprenderle: «Pienso: ¡Qué vida! Algunas desde que nacen hasta que se mueren tienen una vida de película, para bien y para mal».

Cita el ejemplo de Amalia Domingo, modista reconvertida en espiritista, o el de Clotilde Cerdà, conocida como Esmeralda Cervantes, hija ilegítima y niña prodigio del arpa que pagó caro hacerse mayor y hacer públicas sus opiniones. Ella, como muchas de las mujeres del libro, se hizo incómoda simplemente por pensar por su cuenta.

Apunta que todas comparten una fuerza vital: la de no plegarse a los prejuicios sociales que las reducían a un papel pasivo, a ser invisibles y a depender toda la vida de un hombre. «Las hermana el inconformismo delante de un destino que ya tenían escrito sin tenerlas en cuenta», explica.

Algunas, como la pionera de la fotografía, Anaïs Napoleon, cometieron incluso la osadía de hacerse visibles. En su caso no sólo se puso al frente de un estudio con su marido, sino que su nombre figuraba. Toda una proeza para la época.

También destacan las que se dedicaron al mundo empresarial, como Emilia Carles y Tecla Sala, que mostraron una especial sensibilidad hacia los más desfavorecidos y, además, se preocuparon por que sus trabajadores contaran con beneficios impensables entonces.

Albertí espera que, como en libros anteriores, las historias resulten inspiradoras. «Siempre alguien te explica lo identificado que se ha sentido con esta o aquella historia», cuenta.

Albertí reconoce el poder de estas decididas en lo que se refiere a la igualdad de mujeres y hombres en una ?época en que todavía no se podía hablar de feminismo propiamente dicho. El camino, de todas formas, sigue siendo largo. «La sociedad lleva siglos moviéndose de una misma manera y no es fácil cambiarlo», vaticina.

Las siete decididas:

Anaïs Napoleón: Pionera de la fotografía. Montó estudio junto a su marido y su firma aparecía en las imágenes, toda una revolución para la época en que eso estaba reservado a los hombres.

Amalia Domingo: Practicamente ciega de nacimiento, comenzó trabajando como modista, pero al morir su madre se hace espiritista. Fue una de las más importantes de su época.

Emília Carles:Tal vez la más conocida del grupo. Empresaria textil, dedica parte de sus ingresos a mejorar la vida en los municipios donde funcionaba su empresa con obras como escuelas y lavaderos públicos, entre otros.

Clotilde Cerdà: también conocida como Esmeralda Cervantes. Niña prodigio del arpa, recorre casas nobles y monarquías de todo el mundo con su arte. Al llegar a adulta sus opiniones sobre temas como la pena de muerte se hacen incómodas y se le cierran todas las puertas.

Emília Coranty: pintora y profesora, es la primera mujer que se inscribe en la escuela de dibujo de la diputación de Barcelona. Ella y su marido crean los premios Guasch-Coranty. Dona su casa a la Escola de Llotja.

Tecla Sala: Empresaria y mecenas social, defensora del catalanismo (la primera misa en catalán se ofició en su casa). Daba a sus empleados beneficios impensables para la época como vacaciones.

Enriqueta Seculí: Fundadora del Club Femenino y de Deportes de Barcelona y del Lyceum Club. La idea era no solo que las mujeres pudieran hacer deporte, sino que también recibieran formación cultural.

 

 

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