'Sucesor designado': Thriller político en la capital del poder

Kiefer Sutherland encarna de una forma maravillosa al inquilino del Despacho Oval en la serie de temática política

23 febrero 2018 20:06 | Actualizado a 02 marzo 2018 20:06
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Si algo tenemos que agradecer a las series norteamericanas es que por ellas sabemos más del funcionamiento de todo el entramado político estadounidense que del nuestro propio.

Quien más y quien menos conoce casi al dedillo cómo funciona el sistema electoral  yanqui y hasta el más pequeño detalle es común para nosotros. Series como El ala oeste de la Casa Blanca, Homeland o Scandal son buena prueba de ello, aunque cada una con enfoques bien distintos.

Sucesor designado ha llegado para aclarar un punto más de todo este sistema que desconocíamos, y es que el título de la serie hace referencia al miembro del gobierno que no asiste al Discurso sobre el Estado de la Nación, donde se reúnen al completo Congreso y Senado norteamericano para que, en caso de que haya un ataque que acabe con la vida del Presidente y de la cúpula central del gobierno, siempre quede alguien al mando.

En principio es una figura simbólica, una más de entre todas las normas protocolarias que los estadounidenses llevan hasta sus últimas consecuencias.

Pero, ¿qué pasaría si esta posibilidad tuviera que llevarse a efecto? ¿Y si realmente el presidente muriera y con él la totalidad de los representantes electos norteamericanos? Pues en principio nada. No hay vacío de poder, que para eso tenemos al sucesor designado, que no es otro que Tom Kirkman, personaje encarnado por Kiefer Sutherland.

Presidente por accidente

Kirkman, que es el secretario de Urbanismo, tiene que asumir automáticamente el papel de presidente de los Estados Unidos, cargo que ni en sus más optimistas pensamientos había soñado con ostentar. 

La serie se divide en dos tramas principales. Por un lado está la del FBI indagando sobre la conspiración que hay detrás de los ataques, con una buena historia de investigación y espionaje.

Dentro de esta trama destaca el papel de la agente del FBI Hannah Wells (Maggie Q) que, motivada por la pérdida de un ser querido en los dramáticos sucesos, se lo toma como algo personal y pretende ir hasta el fondo para averiguar sí o sí quién o quiénes son los culpables de los atentados.

Gracias a ella hay momentos realmente trepidantes dentro de la serie que son de agradecer y que ayudan a desengrasar un poco al espectador de toda la trama política que por momentos puede llegar a ser un poco densa.

Por el otro lado está la trama presidencial y más personal, de cómo un secretario de Urbanismo novato debe aprender a ser Presidente y a reorganizar el Gobierno e intentar sacar del estado de shock en el que se encuentra a todo un país después de los atentados.

Nadie le ve capacitado para ello y tendrá que luchar contra todos y contra todo para demostrar que es válido, empezando por él, que no cree mucho en sus capacidades para el liderazgo.

De aspecto afable y trato exquisito Tom Kirkman vive una vida casi perfecta felizmente casado con Alex Kirkman (Natascha McElhone) y tiene dos hijos.

Nueva vida en Washington

La adaptación de la familia a la nueva vida en la Casa Blanca no va a ser todo lo ideal que se quisiera y se genera algún que otro conflicto familiar que traerá más problemas al nuevo Presidente que sumar a su ya complicada nueva vida.

A Tom Kirkman me lo creo como Presidente, y aunque empieza de manera dubitativa va adquiriendo confianza conforme va afrontando y superando las diversas circunstancia a las que tiene que hacer frente.

Sucesor designado se emite por el canal ABC estadounidense y aquí se puede ver a través de Netflix. Hasta la fecha se han emitido una temporada y los 10 primeros capítulos de la segunda, temporada que volverá el próximo 9 de marzo.

Retorno que los fans de esta serie, entre los que me encuentro, estamos esperando con muchas ganas ya que el final del último fue todo un reto a la paciencia para saber cómo va a continuar porque se ha abierto un amplio espectro de posibilidades.

Lo que es seguro es que el Tom Kirkman que comenzó en la primera temporada no va a tener nada que ver a partir del próximo 9 de marzo. 
Si te gustan las series de política y en especial las de política estadounidense, y las series de acción, esta es tu serie. Recomendable al 100%, aunque por momentos caigan en ese patriotismo yanqui que puede llegar a exasperar, obviémoslo y pensemos que es un instrumento de entretenimiento y que como tal consigue su función.

Kirkman, esperamos con ansia tu vuelta.

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