Tarragona, una experiencia en versión original

La demarcación ofrece diferentes posibilidades para disfrutar del territorio que van del senderismo natural a rutas históricas, con un fuerte punto de partida, la cultura y herencia romana

24 octubre 2017 10:47 | Actualizado a 08 junio 2018 12:39
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Tarragona es una tierra que esconde un sinfín de posibilidades. Aquellos que crean que todo se acaba en la playa andan muy equivocados. En otoño, con el cambio de color de los bosques, la provincia mantiene un amplio abanico de ideas: ir a buscar setas en los Ports, caminar por las Muntanyes de Prades, pedalear en bici por el Priorat, descubrir el pasado romano de Tarragona, el religioso de Santes Creus o el modernista de Reus y, entre otras, disfrutar de paisajes infinitos entre la montaña y el mar.

La demarcación presume de una colección de emblemáticos espacios que permiten disfrutar, a la vez que descubrir, su patrimonio variado e iniciar un viaje por el  territorio. El destino, formado por seis comarcas situadas en el sur de Catalunya, se convierte en una de las destinaciones de referencia en el Mediterráneo. La lista de puntos de interés turístico comparte la tranquilidad y la serenidad. 

Una ecuación perfecta que invita a disfrutar de todos los parajes y paisajes que ilustran la panorámica de la amplia oferta de turismo. Cualidades que hacen de la Costa Daurada un destino excepcional para quienes buscan combinar un espacio de descanso y dejarse encantar por decenas de lugares que son un deleite para todos los sentidos.

Raíces romanas
Pero empecemos por el principio. La frase «Tarraco Escipionum opus», Plinio nos lleva al nacimiento de la ciudad. Tarragona fue fundada por los Escipions en los alrededores del 218 antes de Cristo y en poco tiempo se convirtió en la capital de la Hispánia Citerior. La huella de los romanos está presente en la ciudad y el legado patrimonial y cultural fue declarado en el año 2000 Patrimonio de la  Humanidad por la Unesco. 

Descubrir los restos de este conjunto arquitectónico paseando por Tarragona permite a los visitantes ser protagonistas de un viaje en el tiempo excepcional. La ciudad conserva una rica historia a través de un legado que hechiza por su pasado romano  glorioso. 

Es una de las ciudades del mundo, lejos de Italia, donde mejor se aprecia la grandiosidad de la civilización romana. Pasear por la ciudad conlleva encontrar restos romanos en un sinfín de lugares. Destaca la más antigua de todas, que es la muralla que rodeó la ciudad. La parte baja de la cual es incluso anterior a la época romana y que sirvió de defensa al asentamiento Ibérico que había sido instalado con anterioridad.  

El recorrido romano se extiende por varios puntos de la provincia

El anfiteatro romano acogía a unos 14.000 espectadores y en la rambla Nova los tarraconenses vienen a pasear, a ver y a ser vistos. El Paseo Arqueológico avanza entre la muralla romana y la medieval y la catedral de Santa María se levanta sobre el antiguo templo de Augusto.

Este recorrido por la historia y la época romana también trasciende a otros puntos de interés de la Costa Daurada. Roda de Berà, Altafulla, Calafell, Constantí o Sant Jaume dels Domenys conservan auténticas joyas de una época pasada que ha trascendido hasta la actualidad por su significativo valor patrimonial y cultural.

Ese carácter mediterráneo ha transcedido pese al paso del tiempo. Con el afán de mantener vivas las raíces, diferentes rutas descubren la historia de la Costa Daurada. Una experiencia que empezó en la época romana y en hoy día presenta un sinfín de posibilidades. La mejor manera para conocer Tarragona en su versión original. 

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