Turismo y cultura por las calles de Mont-roig

Todos los viernes de verano se hacen visitas guiadas por Mont-roig para dar a conocer sus puntos más emblemáticos. Esta es una de las actividades que se encuentran dentro de la programación veraniega del municipio, denominada 'Banys de Lluna'

19 mayo 2017 22:02 | Actualizado a 22 mayo 2017 14:27
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Los visitantes se reúnen a las 10 de la mañana en la plaza Tarragona de Miami Platja para coger el autobús que los llevará a Mont-roig. La mayoría de ellos son familias que están de vacaciones por la zona. Hay catalanes, españoles, alemanes y franceses. Una de les guías de la Oficina de Turisme de Miami se encarga de explicar en los diferentes idiomas qué visitaran en Mont-roig: el Casco Antiguo, el Centro Miró, el mercadillo y la Ermita de la Mare de Déu de la Roca.

Una vez en Mont-roig, los visitantes se dividen en dos grupos para aligerar la ruta: por un lado los españoles y los catalanes, por otro los franceses y alemanes. La primera parada obligada se hace en la iglesia de Sant Miquel Arcàngel, patrón del pueblo. Es conocida como la Catedral del Baix Camp por sus enormes dimensiones. Según se tiene constancia la primera piedra de la construcción de la iglesia se puso en 1801. Es por eso que en el 2001 se celebró el bicentenario del levantamiento del edificio. En esta ruta, la iglesia no se visita por dentro. Las guías aseguran que habría tanto por explicar que merecería otro día entero de visita. Las pinturas murales del artista targarino Jaume Minguell (1922-1991), decoran la cúpula del altar mayor, ocho tramos de la girola y diez capillas laterales. Fue uno de los proyectos más grandes del pintor, unos frescos que le llevaron más de 8 años de trabajo, des de 1962 al 1971.

De la iglesia de Sant Miquel, los turistas se dirigen a la antigua Iglesia Vieja, que se des del 2004 pasó a ser el Centro Miró.

 

Mont-Roig, inspiración de Miró

Son muchos los que desconocen la relación de Joan Miró con Mont-roig del Camp pero resulta imprescindible para entender su obra. Con 18 años el artista enfermó y le recomendaron vivir al campo, lejos de la ciudad. El 1911 se trasladó en el Mas Ferratges, del antiguo Marquès de Mont-Roig. Hasta 1920 pasó gran parte de estos años en el campo donde encontró la inspiración en la tierra rojiza, los olivos o los algarrobos típicos de la zona.

El Centro Miró ofrece la posibilidad de ver la obra del artista relacionada con Mont-roig aunque la mayoría sean reproducciones facsímiles. La joya del centro es el tapiz original El llangardaix de les plomes d’or, obra de Joan Miró y Josep Royo. La familia lo donó al pueblo en 1993 por el Centenario Miró. Durante la visita, los más pequeños pueden realizar un puzle gigante con el tapiz de Miró dibujado.

En el centro se pueden descubrir algunas de las curiosidades del artista, como por ejemplo su fijación por los números impares en sus obras o que siempre llevaba un algarrobo de Mont-roig en su maletín para inspirarse. En el centro, en los vídeos de Martí Rom, D’un roig encès: Miró i Mont-roig, el mismo Miró habla de su relación con el pueblo.

Después de acabar la visita en el espacio, los visitantes gozan de tiempo libre des de las 12 a las 12 y media del mediodía. Algunos aprovechan para picar alguna cosa, otros para visitar el mercadillo o el Museu de l’Oli Solé y muchos para comprarse las galletas típicas del pueblo, las Mont-rogetes, hechas con harina de algarrobos.

 

Vermut en La Roca para finalizar

Los turistas cogen el autobús otra vez para dirigirse a La Roca, donde se encuentra la Ermita de la Mare de Déu de la Roca encima de una piedra rojiza y erosionada que da nombre al pueblo de Mont-roig.

Des de arriba, a 294 metros de altitud hay unas vistas espectaculares si el día está despejado. Se abarca des de Cap Salou, Cambrils a Miami Platja. También se puede ver la sierra de Colldejou. Al lado de la Ermita hay un restaurante y unos alojamientos rurales. Ahora en verano la Ermita se puede visitar de las 9 a las 20 horas. La Verge de la Mare de Déu de la Roca, situada en la Ermita, data de 1980, ya que la original fue robada varias veces. Cada cuatro años bajan la virgen a Mont-roig en procesión por el Camino Viejo que va al pueblo.

En lo más alto de la montaña se encuentra la Ermita de Sant Ramon, se puede subir pero no visitar. Des de allí se puede ver una de las montañas de Colldejou que parece un gigante dormido y algunos caminos de senderismo y escalada. La visita termina con un vermut en el Restaurante de la Ermita y un aperitivo a las 2 del mediodía. Las visitas tienen un coste de 5€. Para los niños de 0 a 10 años la visita es gratuita.

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