Un altafullense en el clan de los Flores

Jordi Giralde lleva a Lola Flores tatuada en el muslo izquierdo. Es fan del clan de ‘La Faraona’ desde niño. «Siempre he admirado la fuerza, la energía y la música de toda la familia, sobre todo de Lola y Rosario», asegura. A sus 33 años, este bailarín altafullense ha cumplido un sueño: acaba de participar en el último videoclip de la pequeña de los Flores. El del single Por un beso tuyo, una rumba marchosa de su nuevo disco Gloria a ti. Aún no se ha estrenado.

«Salgo vestido y caracterizado de ella. Mi papel consiste en bailar imitando sus gestos y expresiones más características. Fue algo muy fácil para mí porque llevo toda la vida viéndola», afirma.

Como fan, la había saludado en persona después de algún concierto. En este rodaje tuvo la oportunidad de conocerla. «Es una profesional de los pies a la cabeza, humilde y cercana. Durante la grabación estuvo con nosotros en todo momento, ayudándonos, aconsejándonos y llamándonos ‘monstruos’», recuerda.

Jordi se enteró de que se buscaban bailarines para el videoclip porque, un día antes del casting, una amiga le envió un ‘pantallazo’ con el anuncio. La prueba fue en Madrid. «Nada más leerlo no lo dudé y compré un billete del AVE. A las 10 de la mañana del día siguiente me planté allí y a las 11.30 ya había acabado». Le llamaron el día después para decirle que le habían seleccionado. «La productora me dijo: ‘a Rosario le has encantado’», cuenta.

El rodaje fue en un teatro de Madrid reconvertido en discoteca para la ocasión. «A partir de ese día le digo a la gente que los sueños hay que perseguirlos porque se cumplen. Tarde o temprano llegan».

Jordi es un ejemplo de constancia. Está considerado uno de los instructores de ZumbaFitness más reconocidos de España, se mueve por todo el país impartiendo masterclass. Entre semana trabaja en el gimnasio Apolo de Torredembarra y en los colegios La Portalada y El Roquissar de Altafulla y en verano es responsable de animación del camping Creixell Beach Resort. «Llevo toda la vida moviendo el esqueleto y alegrando corazones», concluye.