Un día en la Bassa de les Olles

Esta laguna del Delta de l´Ebre combina diferentes paisajes y ofrece multitud de actividades para disfrutar de la naturaleza en familia

19 mayo 2017 16:09 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:07
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Imaginemos un espacio repleto de fauna, vegetación, marismas, playa y arrozales. Todo en uno, en un mismo lugar combinándose y creando una armonía final perfecta. El paisaje idílico al que nos referimos existe y, además, se puede visitar durante una pequeña escapada sin siquiera tener que salir de la provincia de Tarragona. De hecho se encuentra a tan solo 45 minutos aproximadamente de la ciudad tarraconense.

Hablamos de la Bassa de les Olles, una laguna de 54 hectáreas situada en el Delta de l’Ebre. A día de hoy es la más pequeña de todas las que forman el Delta, pero en su día fue la desembocadura del río Ebre. Y su importancia no se ha perdido en el tiempo, ya que es uno de los espacios de la zona donde se pueden avistar más aves. Para poder ofrecer el acceso a toda esta naturaleza, el Punt d’Informació Bassa de les Olles pone a disposición de los visitantes diversas actividades. De esta manera, se puede conocer a fondo esta parte del Delta sin tener que intervenir en la combinación perfecta de los distintos paisajes del lugar.

Dentro de la Bassa

No hay mejor manera para conocer a fondo la Bassa de les Olles que meterse en ella. Con kayak, por supuesto, y en esta época del año enfundados en un traje de neopreno. Este recorrido de siete u ocho kilómetros transporta al visitante a las mejilloneras para conocer la producción de las ostras y los mejillones.

La lección de los moluscos está acompañada de más fauna, en este caso aves que deambulan alrededor de los kayaks. Los flamencos son los principales protagonistas, los que acaparan las miradas de los visitantes. Y estos siguen el rumbo de las embarcaciones hasta la Punta del Fangar, donde el viaje por agua se detiene unos instantes para sentir la arena del Delta en los pies y recorrer la zona de la playa. Durante el camino de vuelta a la Bassa de les Olles, las vistas de L’Ampolla desde el mar son las nuevas acompañantes del viaje a la laguna.

Rutas entre aves

Otra manera de conocer la Bassa de les Olles y sus alrededores es alquilando una bici y explorar las seis rutas que envuelven el lugar y transportan a destinaciones particulares. Una de ellas es la llamada ruta amarilla: tres kilómetros de recorrido que rodea la laguna y contiene tres miradores que se convierten en paradas obligatorias para descansar y maravillarse con las vistas. Sin renunciar al agua, la siguiente es la ruta roja, que durante los 5 kilómetros de ida y vuelta mantiene las vistas a la playa con distintos miradores para deleitarse con el vuelo de los diferentes pájaros, entre los cuales destacan las gaviotas, las aves limícolas y, como no, los flamencos.

Aquellos que se consideran verdaderos amantes de las aves, también hay disponibles salidas ornitológicas a lo largo del Delta de l’Ebre para pasar un día entre esta fauna tan diversa y maravillosa a la vez que representa desde siempre este lugar. Hay aproximadamente 90 especies diferentes de aves en este territorio y unos 244.700 pájaros. El pato es la especie que más abunda, pero también habitan en el Delta una gran variedad de flamencos, 11.000 aproximadamente, y 3.000 ejemplares de la especie morito común.

Para los que quieran algo más que naturaleza junto con la presencia de otras personas también disponen de las rutas GR 92 y la que lleva a la desembocadura del Ebre. La primera de ellas visita la ermita de l’Aldea y la Torre de Camarles, a menos de un kilómetro desde la Bassa de les Olles. El segundo trayecto, por su parte, recorre embarcaciones y restaurantes hasta llegar al punto final de la desembocadura, donde hay un mirador algo más especial, ya que nos muestra de lleno el punto final del río Ebre hacia el mar.

Otros trayectos son largos y ocupan todo un día, como la ruta que lleva al Far del Fangar, de 17 km de ida y otros 17 de vuelta. Merece la pena llegar cansados después de haber probado el agua de la Punta del Fangar y recorrer sus dunas en completa tranquilidad. Y la última ruta es la azul, perfecta para acabar el día, ya que recorre los arrozales mientras el sol se pone

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