¿Una dieta sin gluten es más sana?

No son celíacos y tampoco tienen diagnosticada una sensibilidad al gluten no celíaca. Pero siguen una alimentación sin gluten. ¿Es más sana?, ¿Qué beneficios nos aporta excluir esta proteína sin un motivo médico aparente?, ¿Qué razones sustentan esta nueva moda?

«Comer sin gluten no supone ningún peligro pero tampoco es correcto, si no eres celíaco o tienes diagnosticada una sensibilidad al gluten no celíaca», afirma la doctora Belén Ballesté, especialista del Servei de Digestiu del Hospital Joan XXIII de Tarragona. «Se estima que un 44% de las personas que consumen productos sin gluten no son ni celíacas ni tienen sensibilidad al gluten no celíaca», afirma.

«Puede que sea como muchas otras dietas milagro que pretenden dar una respuesta fácil a problemas que en realidad son muy complejos», destaca Mar Dalmases, dietista-nutricionista en el centro MenjaSa y miembro de Top Doctors.

Algunos consiguen su objetivo y se deshacen de esos kilos de más. «Hay personas que bajan de peso porque dejan de comer muchos productos calóricos como pizzas, bollería industrial, y que sustituyen por una alimentación basada en productos frescos», afirma la doctora Ballesté, aunque reconoce que «no existe ningún estudio que demuestre que las dietas sin gluten son más saludables en enfermos no celíacos».

¿Y cuando está justificado el gluten free? «Sólo en el caso de ser celíaco o si se padece sensibilidad al gluten no celíaca. También si se ha confirmado una alergia al trigo u otras intolerancias, y la persona sigue padeciendo un conjunto de síntomas digestivos o extradigestivos» afirma Mar Dalmases.

«La sensibilidad al gluten no celíaca es una enfermedad relacionada con el gluten. Las personas presentan síntomas como diarrea, hinchazón abdominal, estreñimiento, náuseas, etc. Y sólo mejoran cuando se restringe el consumo de gluten», asegura la doctora Belén Ballesté.

¿Es más sano?

La dietista-nutricionista Rosa Baró, de la clínica Alomar de Reus, asegura que «podemos experimentar beneficios reales con una dieta sin gluten si dejamos de comer alimentos basura o superfluos, no por el gluten en sí mismo».

De nada nos servirá el esfuerzo que hagamos si basamos nuestra alimentación en productos procesados como panes, salsas, bollerías, galletas y otros alimentos ultraprocesados ‘sin gluten’. Mar Dalmases asegura que «se ha comprobado que personas con dietas bajas en gluten acaban teniendo más problemas de colesterol porque excluyen alimentos y siguen una dieta desequilibrada».

Si queremos mejorar nuestra salud y bienestar, lo más efectivo, según la diestista-nutricionista Rosa Baró, es «aumentar el consumo de frutas y hortalizas, reducir las carnes rojas procesadas, evitar las bebidas alcohólicas y limitar los dulces y la bollería con y sin gluten».