¿Una zambullida? nunca sin comprobar la profundidad

20 agosto 2017 17:40 | Actualizado a 20 agosto 2017 17:42
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‘Salta seguro’ es el eslogan que ha lanzado este año el Hospital Nacional de Parapléjicos en su habitual campaña de prevención de lesiones medulares.

Lo primero, apuntan, es conocer la profundidad de la piscina, el río o el mar, sobre todo en relación con la altura desde la que uno se lanza. En todo caso, el bañista ha de zambullirse con los brazos situados en prolongación del cuerpo, protegiendo así el cuello y la cabeza. Si el agua está turbia y no hay visibilidad, conviene inspeccionar previamente la zona para comprobar su profundidad y que no haya elementos sumergidos como rocas, árboles u otros objetos contra los que se puede impactar.

Otra recomendación es no saltar de cabeza desde demasiada altura, pues una mala técnica de entrada puede causarnos lesiones tan solo golpeándonos con el agua.

En el mar, si el bañista se lanza de cabeza contra las olas debe comprobar que la profundidad después de la ola es suficiente. En cualquier caso, sólo es aconsejable zambullirse cuando la seguridad sea completa.

Por otra parte, en caso de que se produzca un accidente, y ante la necesidad de la recogida y manipulación de la víctima, es muy importante inmovilizar el cuello, evitar movimientos de la columna y avisar a un profesional para que realice el traslado. 

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