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Las autoridades filipinas dieron por muertas a unas 37 personas que quedaron atrapadas por un incendio que se declaró en el interior de un centro comercial en la ciudad de Davao, en el sur del país.
El vicealcalde de la ciudad, Paolo Duterte, dijo que el jefe de la Oficina de Protección de Incendios (BPF, según siglas en inglés) le confirmó que no había ninguna opción de encontrar con vida a las personas desaparecidas. «Recemos por ellos. Hace un rato el comandante sobre el terreno de BPF me anunció que las opciones de sobrevivir son cero», dijo Duterte, hijo del presidente del país, Rodrigo Duterte, en su cuenta de Facebook.
La mayoría de los desaparecidos eran trabajadores de un centro telefónico de atención al cliente que operaba las 24 horas del día en la última planta del edificio, según la televisión ABS-CBN. El presidente filipino transmitió a los familiares de los desaparecidos las nulas esperanzas de encontrarlos con vida durante una visita anoche al centro comercial de Davao, ciudad en la que reside y de la que fue alcalde cerca de dos décadas.
Los hechos suceden cuando el país aún no se ha recuperado de las más de 200 personas muertas tras el paso de la tormenta tropical Tembin, la cual causó riadas, corrimientos de tierra e inundaciones en la isla de Mindanao (sur).
La mayor cifra de víctimas mortales se registraron en el norte de esa isla, donde los fallecidos son 135, mientras en la península de Zamboanga se cuentan 50 y en la región de Lanao del sur 18, según fuentes policiales citadas por el medio «online» filipino Rappler.
El temporal afectó sobre todo anoche la zona noroccidental de Mindano, la segunda mayor isla del archipiélago, y se dirigía hacia la isla de Palawan, en el oeste del país, donde las autoridades filipinas han elevado la alerta. La provincia de Lanao del Norte es, hasta ahora, la más afectada por la tormenta, que ha causado además numerosos daños materiales, los cuales llevaron al gobierno provincial a declarar el estado de calamidad en toda la jurisdicción.
La subida de las aguas ha obligado a evacuar a más de 19.000 personas.
