50 años del apadrinamiento del pueblo nigeriano de Igbo

Un grupo de amigos y jóvenes de Valls se interesaron por la lucha hacia la independencia de Biafra, una región de este país africano, y crearon un equipo de fútbol

06 marzo 2020 09:00 | Actualizado a 06 marzo 2020 15:35
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«Éramos un grupo de jóvenes y amigos que nos gustaba el fútbol. Era el atardecer del sábado 27 de diciembre del 1969, sentados en el Patio, en el banco de la acera de los taxis. Compramos el diario Tele/eXpres, y en la portada salían imágenes de África», explica uno de los miembros de la junta del Club Fútbol Biafra de Valls, Ramon Rovira. Así nació este equipo de fútbol amateur y otro de juvenil en la capital del Alt Camp.

Biafra era una región de Nigeria que el 30 de mayo del 1967 declaró su independencia. De este modo empezaba un genocidio de Nigeria hacia Biafra, que dejó más de dos millones de muertes por el camino en dos años y medio de guerra.

Los dos equipos entrenaban en diferentes campos: al de la empresa Crolls de Reus, en Nulles, al polígono industrial de Tarragona y a Fontscaldes. «Iniciamos el campeonato federado de forofos en el Plan de Santa Maria y finalmente en el campo del Vilar, donde estrenamos los dos primeros focos para entrenar, en 1971». El primer partido se jugó ante el CF Bonavista, en el Plan, dentro del torneo de forofos del 1970 y lo perdieron por 6-1.

«A pesar de poder practicar el deporte en la localidad vecina, el cierto es que poco apoyo teníamos por parte de la gente. No nos venía a ver nadie, a pesar de que repartíamos carteles al sindicato, recuerdan los antiguos miembros del club», lamentó Rovira.

El catalán estaba prohibido e intentaban escribir en esta lengua las crónicas de los partidos. «La respuesta era que no podía ser, que solo tenían un 10% autorizado y con las esquelas ya quedaba superado», recordó Rovira.

El 1971 fueron campeones al torneo de la Candela. Un hecho que se los dio un gran impulso. Ganaron un triangular después de superar la sección de fútbol del Club Baloncesto Valls y los Picamoixons. Llegaron a tener unos 200 socios, que pagaban una cuota.

El organismo competitivo reestructuró las categorías y el Biafra pasó a competir a la Tercera Regional a partir de la temporada 1973-1974. Cuatro años más tarde, el 1978 el club se deshizo.

La creación del Club de Fútbol Biafra llevó algunos de sus miembros a mantener ciertas relaciones con el pueblo igbo. Y desde entonces Valls y Biafra han estado hermanos. 

El año 2007, representantes del equipo consiguieron viajar a Nigeria. Gracias al contacto que tenían con Jake Udeozor Nnagbo –uno de los jefes de los igbo en Cataluña–. Así pudieron hacer entrega de los obsequios por parte del equipo vallenc a los líderes biafrenys. Lo hicieron en la misma casa de Ojukwo, que había estado teniente coronel de Biafra en la lucha hacia la independencia.


La voluntad del club ha estado a lo largo de estos 50 años recordar aquellos años en que un grupo de jóvenes de Valls defendieron la camiseta del CF Biafra para intentar hacer visible, en lo posible, el genocidio que habían sufrido por parte de Nigeria y sus aliados. El año 2008, coincidiendo con los 30 años de la desaparición de los club, se organizaron una serie de actas.

El año 2011, el teniente coronel Ojuwko murió y viajaron a Biafra para ir su funeral. «Todavía mantenemos el contacto con mucha gente. De hecho, muchos viven por aquí», concluye Rovira.

Hasta el próximo martes se puede visitar en el Patio de Santo Roc la exposición del 50.º cumpleaños del CF Biafra. Mañana sábado, a la una de la tarde, se hará un acto donde asistirán algunos vecinos del pueblo Igbu, la alcaldesa de Valls, y el regidor de Cultura, Marc Ayala. Por la tarde habrá una charlada-coloquio por parte de Ikechukwu Odeja sobre la historia del pueblo igbo.

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