8 de cada 10 padres ha notado cambios emocionales en sus hijos tras confinamiento

Según expertos en Psiquiatría y Psicología Clínica de la Infancia y de la Adolescencia, uno de cada cuatro niños que han sufrido aislamiento por COVID-19 presenta síntomas depresivos y/o de ansiedad

17 junio 2020 14:56 | Actualizado a 17 junio 2020 15:04
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El 85,7 % de los padres en España ha notado cambios en el estado emocional y comportamiento de sus hijos durante el confinamiento, alerta un informe de UNICEF que propone al Gobierno que la respuesta a la COVID-19 incorpore una estrategia específica sobre salud mental. 

UNICEF España analiza en la investigación "Salud mental e infancia en el escenario de la COVID-19" los efectos en los niños de las medidas impuestas durante el estado de alarma y urge a la elaboración de esa estrategia que refuerce el papel de la atención primaria y escuche a los propios niños y adolescentes. 

El informe, al que ha tenido acceso Efe, recoge varios estudios, como el realizado por la universidad Miguel Hernández que concluye que el 85,7 % de los padres han constatado cambios en el estado emocional y en el comportamiento de sus hijos, siendo los síntomas más habituales la dificultad de concentración, el desinterés, la irritabilidad, la agitación, el nerviosismo, los sentimientos de soledad, la inquietud y la preocupación. 

Según expertos en Psiquiatría y Psicología Clínica de la Infancia y de la Adolescencia, uno de cada cuatro niños que han sufrido aislamiento por COVID-19 presenta síntomas depresivos y/o de ansiedad, añade la investigación de UNICEF. 

"Lo que no se puede obviar es que, en España, las restricciones de movimiento impuestas a los niños, niñas y adolescentes han sido particularmente rígidas y, por ello, es muy importante actuar de forma urgente en los ámbitos de promoción y prevención, así como en la detección de las necesidades que hayan podido surgir o que se hayan agravado", señala. 

Además, detecta una alta correlación entre los niveles de estrés de los padres y los de los hijos y que los problemas emocionales han crecido al mismo tiempo que lo hacían las dificultades en la convivencia familiar. 

Ante estas conclusiones, UNICEF propone abordar una política específica de salud mental para los menores que garantice la coordinación de la red de salud mental con los profesionales que trabajan habitualmente con la infancia y la juventud a nivel local, autonómico y nacional. 

"La atención adecuada y temprana a la salud mental de los niños debe ser una prioridad ineludible y urgente", argumenta la ONG, que recuerda que la salud mental y la salud física "están íntimamente relacionadas y conectadas, y no es posible una sociedad sana, ni salir de la crisis, si no se cuida la salud mental de todas y cada una de las personas que la conforman". 

Para UNICEF el impacto que la pandemia y el confinamiento podrían tener en el bienestar psicológico de la infancia, ha evidenciado la necesidad -ya patente- de ofrecer a este colectivo la atención específica que precisa en materia de salud mental. 

Recuerda que el Comité de Derechos del Niño, en sus Observaciones Finales a España, ya consideró prioritario en 2018 que España adoptara una política nacional de salud mental infantil, además de asegurar la disponibilidad de personal especializado y el aumento de servicios. 

"España corre el peligro de no contar con los medios adecuados para garantizar el derecho a la salud mental de los niños en nuestro país, dada la histórica infradotación de los servicios de salud mental y de apoyo psicosocial, la falta de una especialización en infancia en la Psiquiatría y la Psicología Clínica, o los problemas de coordinación entre todos los actores que intervienen", advierte UNICEF España.

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