Adoptar en una pandemia, 41 días de incertidumbre para Josué y Damaris

La familia española viajó en abril a Colombia para recoger a su hija y no pudieron regresar hasta agosto

18 noviembre 2020 13:06 | Actualizado a 18 noviembre 2020 13:26
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Cuando a Josué y a Dámaris les confirmaron la adopción de su hija, España estaba en estado de alarma por la pandemia de covid. Era abril, pero hasta finales de agosto no pudieron viajar a su país de origen, Colombia, y allí tuvieron que pasar 41 días más hasta completar los trámites y poder regresar con la niña.

Esta odisea, con final feliz, es ejemplo de la experiencia de centenares de familias españolas que vieron como una crisis sanitaria mundial irrumpía en sus planes y llenaba de incertidumbre y obstáculos el tramo final del proceso de adopción que estaban a punto de culminar tras dos años de gestiones.

El Ministerio de Asuntos Exteriores anunció este martes que trabaja con 17 países para lograr que las familias que habían iniciado los trámites de adopción puedan finalizar los procesos que se han visto afectados por las restricciones derivadas de la pandemia, en especial India, Vietnam y China, donde se están tramitando la mayoría de las adopciones (91 de 148 en total). 

En la Comunidad de Madrid, desde el comienzo de la pandemia se han completado 40 adopciones de niños procedentes de diez países extranjeros: Hungría, Rumanía, Bulgaria, República Checa, China, Tailandia, Vietnam, Colombia, República Dominicana y Burkina Faso.

Una de ellas es la niña de Dámaris y Josué, quienes han contado a Efe las trabas e impedimentos que han tenido que sortear desde que en abril recibieron la confirmación de la adopción hasta que finalmente pudieron ir a buscarla a Colombia el 31 de agosto, más de cuatro meses después.

Cuatro meses en los que solo pudieron hablar con ella a través de una videollamada semanal. Ambos relatan a Efe que el primer contacto "fue maravilloso" y que, poco a poco, la menor fue ganado confianza con su nueva familia.

Pero, el tiempo fue pasando y la espera "se hizo horrible", porque les impedía saber el estado de la niña durante la semana. La niña empezó a hacer preguntas ("¿Mañana venís? ¿y pasado?..."? y para sus futuros padres "llegó un momento que era bastante desesperante".

Ante esta situación, el Gobierno ha emprendido nuevos caminos diplomáticos para que las familias puedan viajar para recoger a sus hijos y volver a España. Es el camino utilizado en Vietnam, donde se 17 familias han recibido visados por motivos humanitarios para permitir el viaje de vuelta pese al cierre de fronteras.

También han vuelto a España 14 familias que han adoptado en la India y se espera que próximamente se unan otra 14. En el caso de Josué y Dámaris, consiguieron entrar en Colombia a través de uno de los vuelos humanitarios que el Ejecutivo de ese país facilitó para repatriar a ciudadanos nacionales. Gracias a que el avión no estaba completo, pudieron viajar con autorización de las instituciones colombianas, al igual que otras tres familias de españoles que también iban allí para adoptar. 

Una vez en el país latinoamericano tuvieron que hacer cuarentena durante 14 días, por lo que la firma de la adopción se retrasó hasta octubre, lo que les obligó a permanecer en un país extranjero durante 41 días. 

El proceso se llevó a cabo en tres ciudades diferentes: la localidad de procedencia del niña, la ciudad en la que la juez firmó la sentencia y luego la capital, Bogotá, donde finalizó el proceso junto con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf).

Los elevados costes de este tipo de procesos se han multiplicado por la pandemia, lo que ha llevado a que muchas familias hayan abandonado el proceso, según han indicado a Efe fuentes de la Consejería de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid. 

Finalmente, la pequeña llegó a España poco antes de su cumpleaños, aunque, otra vez por culpa de la pandemia y las restricciones impuestas para combatir la propagación del virus, tampoco pudo tener la fiesta que los padres habían soñado. Ya da igual. "Esta ya es mi hija y a mi no me la quita nadie", concluye emocionado Josué.

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