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Desde Angulas Roset no tienen ninguna duda. Los mejores platos de toda la costa del Mediterráneo se preparan por estos lados. Una cocina que no deja de ser competitiva y de tener un carácter histórico, ya que toda la región se ha caracterizado por su gastronomía desde tiempos inmemoriales. Así las cosas, conviene detallar los elementos que han convertido a la cocina de sitiales catalanes y tarraconenses, mayoritariamente, en la mejor de toda la costa mediterránea –que no es poco-.
La anguila del Delta del Ebro como principal ingrediente
Principal ingrediente, y principal argumento. Y es que la anguila del delta de l´ebre se ha convertido en uno de los ingredientes infaltables en la cocina de esta región. Y, aunque en cada cocina se prepare diferente, es prácticamente el único infaltable de toda la gastronomía principal de la zona, dependiendo del resto de las variantes del mar disponibles.
Su carne, aunque gelatinosa, forma parte de los sabores más intensos que se puedan encontrar en todo el Mediterráneo. Un sabor intenso que se ve potenciado por el uso de esencias y aderezos, que van a conveniencia y experiencia de cada chef.
Tras unos años de disminución de la población del animal, los criaderos en Tarragona, principalmente, han potenciado el consumo de la anguila y han disminuido los precios que hasta hace algunos años eran astronómicos.
La combinación de mariscos
Otra de las características de la variada cocina mediterránea es la combinación de mariscos en cada plato. Sus principales, como no podría ser de otra manera, son las que tienen relación con las paellas marineras, de gran acogida por los visitantes.Esta zona de España siempre se ha caracterizado por la amplia producción pesquera y, sobre todo, por el bajo costo de los productos del mar. Ambas situaciones que, si convergen, dan un sentido lógico a la dieta acostumbrada por los residentes, así como también colocan un listón bastante alto en lo que al preparado de mariscos se refiere, ya que en el Delta del Ebro es considerado un arte, como reseñan desde Angulas Roset.
Implementación de frutas y semillas
Los frutos secos, como el maní y las almendras, y las frutas, como el durazno o las manzanas, son otro de los elementos que potencian a la comida mediterránea y la diferencian de otras similares en cuanto a explosión de sabores y sensaciones intensas. Así, escapando de las esencias y ramas que se utilizan en otras regiones cercanas, en el delta se prefiere la utilización de estas frutas, sobre todo las que se cultivan en tierras cercanas.
De este modo, no sólo son una de las comidas más intensas, sino que también resultan muy económicas y prácticas.
