Aprender con dibujos animados

Los vídeos de Peppa Pig y las canciones de Frozen, princesa Sofía y Enredados también educan. Que los niños pasen rato delante de la tablet o el smartphone de sus padres no tiene porque ser malo, y más allá de entretenimiento pueden convertirse en un soporte aliado para su educación.

Lidia Guerrero lo ha comprobado de primera mano. Con un año y medio, a su sobrina Miranda, le encantaba mirar los vídeos de sus personajes preferidos. «Nos preguntamos ¿y si este tiempo lo aprovecha para aprender?», explica esta joven reusense. Y Miranda acabó convirtiéndose en conejillo de indias.

El proyecto arrancó hace un año y medio. Lidia Guerrero se asoció con su hermano Miguel. Ella, profesora de Educación Infantil, él, Economista e Informático. Una sociedad que tenía por delante desarrollar una herramienta digital con el objetivo de potenciar las capacidades individuales de los niños para que empiecen a aprender de forma precoz. Y así nació LearniaClub.

Utiliza el material audiovisual ya existentes en YouTube, de forma que estos vídeos constituyen la línea argumental de «un viaje educativo personalizado, interactivo y seguro» para criatura de 1 a 6 años. La plataforma agrupa estos contenidos, que previamente han pasado una validación pedagógica, por temáticas. Y, a partir de ahí, los niños pueden interactuar con lo que están viendo y escuchando. «En cada unidad se trabaja con unos objetivos, como reconocer el vestuario, los colores o identificar objetos», describe Lidia Guerrero.

El proyecto está pensado para que los padres y educadores que lo soliciten reciban informes pedagógicos individualizados, así como sugerencias y recomendaciones de actividades en función del perfil de los niños. Esta parte, más personalizada, será de pago (20 euros la subscripción anual o dos euros por informe).

LearniaClub está en la fase final de su desarrollo. Sus impulsores están trabajando aún con dos demostraciones, que les permitirán trabajar con la prueba beta definitiva que será la que llegará al mercado. «Ahora nos hace falta que realmente se convierta en un proyecto viable», describe Guerrero.

Y esto seguramente lo habrá podido ver durante esta semana, en la que, tras ganar el Premio Yuzz en Tarragona, ha viajado a Silicon Valley, para intercambiar impresiones con algunos de los principales gurús de las nuevas tecnologías.

Y es que, para que el proyecto se convierta definitivamente en un negocio, los hermanos Guerrero calculan que deberán hacer frente a una inversión aproximada de 25.000 euros, una cantidad que prácticamente será lo único que habrán desembolsado. «De momento, hemos hecho muchas horas y tan solo hemos tenido que pagar el dominio web», explica Lidia. Calculan que antes del próximo verano los niños ya podrán empezar a aprender a través de sus dibujos preferidos.