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BASF ha firmado un acuerdo general para vender su negocio global de catalizadores para poliolefinas a la compañía norteamericana W.R. Grace & Co. En la actualidad, el negocio de catalizadores para poliolefinas forma parte de la división global de catalizadores de BASF. BASF y W.R. Grace & Co prevén finalizar la operación en el tercer trimestre de 2016.
La transacción incluye tecnologías, patentes y marcas registradas, así como la transferencia de la planta de catalizadores del centro de producción de Tarragona y otra en Pasadena (Texas, EE.UU.). Unos 170 empleados en todo el mundo, 49 de los cuales en Tarragona, están afectados por el acuerdo.
“Esta venta es la mejor opción tanto para la división de catalizadores como para los intereses a largo plazo del negocio de catalizadores para poliolefinas y sus empleados”, afirma Kenneth Lane, presidente de la división de catalizadores de BASF. “Con esta operación continuamos concentrándonos en los negocios de crecimiento estratégico, como por ejemplo los catalizadores químicos y catalizadores para refinería”, añade Detlef Ruff, vicepresidente de Process Catalysts de BASF.
“Vemos perspectivas positivas de crecimiento para la planta de catalizadores de Tarragona bajo el paraguas de W.R. Grace & Co, uno de los líderes mundiales en este mercado”, señala Carles Navarro, director general de BASF Española. “Tarragona continúa siendo el centro de producción más grande del Grupo BASF en el sur de Europa y un site altamente competitivo. Trabajamos permanentemente para traer nuevas producciones a nuestras plantas. Prueba de todo ello es la inversión de 21 millones de euros destinada a construir la quinta línea de producción de la planta de formulación de productos agroquímicos, que se pondrá en marcha a finales de este año”.
Los catalizadores son sustancias que aumentan la velocidad de una reacción química. El catalizador para poliolefinas producido en Tarragona se destina a la fabricación de polipropileno.
