Cae en Francia el último jefe de ETA

La captura de Mikel Irastorza reafirma la unidad de París con Madrid justo tras la formación del nuevo Gobierno de Rajoy

19 mayo 2017 17:30 | Actualizado a 21 mayo 2017 15:40
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

La policía francesa, con la colaboración de la Guardia Civil, detuvo ayer a 16 kilómetros de la frontera a Mikel Irastorza Artola, el primer dirigente ascendido a la jefatura máxima de ETA tras el cese de la lucha armada que hacía poco más de un año relevó a los entonces arrestados Iratxe Sorzabal y David Pla, portavoces en octubre de 2011 de la renuncia oficial a la violencia. La operación se produjo apenas doce horas después de la toma de posesión del nuevo Gobierno de Mariano Rajoy, en un gesto inequívoco de que París mantiene la plena sintonía con Madrid en la política antiterrorista, y rechaza con otro golpe policial, tras el desmantelamiento el 12 de octubre del principal arsenal en el último decenio, la vía de diálogo intentada el pasado verano por ETA con mensajes enviados al presidente francés, François Hollande, por iniciativa del ahora detenido.

Primer jefe etarra sin experiencia operativa, Irastorza fue capturado a las seis y cinco de la mañana en una casa unifamiliar con jardín y piscina situada en la urbanización Muntso del barrio Lur Eder en la localidad vascofrancesa de Ascain. La vivienda es propiedad del matrimonio formado por Xabier Arin Baztarrika, de 59 años, y su esposa Denise, de 56 años y ciudadanía francesa, que también fueron arrestados.

La operación confirma el dictamen expuesto en setiembre en un juicio en París por el comandante de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) de la Policía Judicial gala Laurent Hury de que ETA ha modificado su forma de vida clandestina en Francia y ya no roba vehículos ni alquila viviendas, pues busca el amparo cerca de la frontera de simpatizantes de confianza para alojarse y moverse. El oficial puso como ejemplo del «cambio de óptica en la circulación y el albergue» los cuatro arrestos de dirigentes etarras practicados durante 2015 en la Baja Navarra.

Irastorza (San Sebastián, 1975) «ejercía la máxima responsabilidad de la organización terrorista y dictaba las directrices que debían ser seguidas por todas las estructuras que la componían», afirmó Interior en una nota oficial en la que saludó el «duro golpe» por suponer «la pérdida de liderazgo» y la «eliminación» de la jefatura «encargada de dirigir la gestión del arsenal armamentístico y explosivo». «Con su detención se debilita al conjunto de ETA y hace que vuelva a perder su punto de referencia en un plazo de un año», valoró. El comunicado añade que el descabezamiento «dificulta sobremanera que ETA pueda perpetuarse como un agente influyente en el escenario político y social».

Irastorza fue responsable de EKIN, comisariado político de ETA, y uno de los portavoces del Foro de Debate Nacional, plataforma abertzale con vocación de crear un frente soberanista para reivindicar la independencia. Sin haber militado nunca en un comando ni tener delitos de sangre, es el único dirigente en haber llegado a la jefatura máxima de ETA carente de experiencia operativa.

Última víctima

La operación Nérin, bautizada con el apellido del policía francés que es la última víctima mortal de ETA, fue desarrollada conjuntamente por la Guardia Civil y la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI), los servicios de información franceses. El operativo fue ultimado la víspera en París por la Fiscalía antiterrorista, con competencia nacional en la materia, que abrió una investigación preliminar por asociación de malhechores con fines terroristas.

El golpe a la cúpula de ETA cierra el compás de espera abierto por las autoridades francesas hasta contar en España con un nuevo Gobierno resultante del prolongado proceso electoral iniciado en las generales de diciembre de 2015. A iniciativa de Irastorza, la dirección etarra intentó desbloquear la situación mediante el envío el pasado verano de mensajes de su voluntad negociadora a François Hollande para explorar las posibilidades de entendimiento con un presidente socialista en la recta final de su mandato. Con la detención del emisario de las misivas nada más formarse el segundo Gabinete de Rajoy, Francia da portazo definitivo al conato de abrir una vía de diálogo paralelo con París a espaldas de Madrid. Disolución y desarme son las exigencias comunes de dos Ejecutivos unidos en la gestión del final definitivo de la violencia.

Comentarios
Multimedia Diari