Cocina de proximidad para la nueva normalidad

Los productos ecológicos también resultan menos dañinos con el medio ambiente

05 febrero 2021 12:00 | Actualizado a 05 febrero 2021 12:10
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Quizá uno de los sectores más vapuleados por el coronavirus ha sido el de la hostelería, impactado por una pandemia que ha llevado al mundo a un confinamiento en diferentes grados y periodos. El virus perfila un periodo de importantes cambios para el sector consumo, con una nueva realidad con múltiples facetas, que dibujan un consumidor con hábitos diferentes, nuevas preferencias y necesidades y distintas expectativas.

Lamentablemente, uno de los aspectos que más va a modificar los hábitos de consumo es, sin duda, la crisis económica. La disminución de los ingresos convierte la relación entre calidad y precio en el principal factor de compra para seis de cada diez consumidores a nivel global (siete en el caso de España), según el informe Consumidores y nueva realidad’, elaborado por KPMG en base a una encuesta a más de 12.300 consumidores de doce países, incluyendo España. No en vano, más de la mitad de los consumidores, el 52% reconoce un empeoramiento de su economía como consecuencia de la pandemia y el 40% afirma ser más selectivo en sus compras.

Por otro lado, el impacto psicológico de la pandemia ha hecho de la seguridad personal el factor de compra que más ha crecido tanto en España como a nivel global (60% y 56% de crecimiento, respectivamente). Garantizar el cumplimiento de las medidas de seguridad, tanto en desinfección como distancia en la tienda física, será imprescindible para un consumidor muy preocupado por su salud y la seguridad sanitaria.

Durante el confinamiento, los productos frescos mantuvieron un crecimiento en alza, siguiendo las premisas del sector sanitario que prevalecía estos productos para mantener un buen estado de salud para hacer frente al virus. El problema surgió cuando, por temor a un posible contagio, los consumidores se lanzaron en busca de los que ya venían envasados, principalmente en plásticos, haciendo crecer la cantidad de residuos generados exponencialmente.

Algo que antes del coronavirus se había conseguido revertir. La creencia no certera a que el envase individual protege los alimentos frente al granel, sumado a que los productos envasados ofrecen la posibilidad de compras rápidas, disminuyendo el tiempo de compra en la tienda física, evitando el contacto, hace que demos varios pasos atrás en el control de residuos y mejora del medio ambiente.

Previsiones de futuro

Tras el brote y las medidas tomadas para evitar la propagación del virus, se ha notado un cambio en la forma de consumir que tiene un reflejo directo en el sector de la alimentación.

La compra de estos artículos se centra ahora en la salud, priorizando en productos saludables que se elaboran en casa. Este aumentado interés por una cesta de la compra más sana y fresca responde a la preocupación de los ciudadanos por cuidar y fortalecer su sistema inmune antes posibles rebrotes del coronavirus.

También se observa un crecimiento en la búsqueda de productos ecológicos, locales y de proximidad. Si antes resultaba un aspecto menos valorado, el origen y procedencia de los alimentos se ha convertido en un factor importante a la hora de elegir los productos en la cesta de la compra de la nueva normalidad. Según datos facilitados desde Ainia, «un 33% de los consumidores dice que comprará más productos de marcas socialmente responsables en adelante». Además, «ante la posibilidad de rebrotes, el cliente priorizará la proximidad y la compra en establecimientos más cercanos».

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