Comer bien, un estilo de vida

Hábitos. La ciencia insiste en los beneficios de la dieta mediterránea en la salud y contra algunas enfermedades

05 octubre 2020 06:50 | Actualizado a 05 octubre 2020 07:09
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Sobre los beneficios de la dieta mediterránea se ha hablado largo y tendido. La ciencia insiste y demuestra con datos y estudios que seguir este patrón alimentario no solo es beneficioso para la salud presente, sino también futura. Una de las últimas publicaciones al respecto es la del doctor Miguel Ángel Martínez-González, quien junto a Marisol Guisasola lanza ¿Qué comes? Ciencia y conciencia para resistir (Editorial Planeta). En él se explica lo que se debe hacer para fortalecer las defensas; que la vitamina D reduce el riesgo de padecer infecciones; qué hay que comer para prevenir la depresión, el cáncer de mama o la demencia y las consecuencias de la Covid-19 en diabéticos e hipertensos. ¿Qué comes?, además de centrarse en alimentos y patologías, también aborda los bulos, las soluciones mágicas, los científicos comprados y las artimañas de algunos sectores de las industrias alimentarias y farmacéuticas para confundir a la población.

Martínez González es miembro del estudio colaborativo Predimed, dirigido por Ramón Estruch, del Hospital Clínic de Barcelona y coordinado a nivel estatal desde Reus por el doctor Jordi Salas Salvadó. Predimed, ya finalizado y Predimed Plus, aún en estudio, son los mayores ensayos realizados hasta el momento sobre los efectos de la dieta mediterránea y hábitos de salud. Hablamos con ambos especialistas.

Obesidad vs. Covid-19

A largo plazo, ¿qué será más letal? «La obesidad», coinciden los doctores Jordi Salas y Martínez-González. «Además, obesidad y diabetes son dos factores de riesgo muy importantes de mortalidad del enfermo infectado de Covid-19, sobre todo los obesos mórbidos. Sufren muchas más complicaciones, especialmente a nivel respiratorio, que las personas delgadas», destaca Jordi Salas. Martínez-González recuerda, por su parte, que en 2017 New England Journal of Medicine publicó «el estudio más extenso a nivel mundial en el que a la altura de 2015 estimaba cuatro millones de muertos al año, algo que se viene manteniendo. Frenar la pandemia de obesidad se ha demostrado dificilísimo». En cambio, en cuanto a la Covid-19, el epidemiólogo malagueño confía disponer de una vacuna en un futuro más o menos cercano.

Factores y variables

Si la población dispone de toda la información sobre la alimentación, ¿qué es lo que falla?, ¿qué tienen en contra los dietistas-nutricionistas? «A casi todo el mundo. La salud pública siempre es la hermana pobre, como se está viendo con la pandemia, es la Cenicienta», responde Miguel Ángel, quien comenta tres puntos que trata en ¿Qué comes? «Por un lado, el sueño de un sector de la industria farmacéutica es que los sanos se mediquen, que se le pueda decir a la gente, ‘come lo que quieras, no cuides tu dieta, no te controles, que ya te tomarás una pastilla para el colesterol’. Y claro, la Estatina ha sido la gallina de los huevos de oro para muchas industrias farmacéuticas».

Jordi Salas: «Obesidad y diabetes son dos factores de riesgo en caso de sufrir Covid-19»

En segundo lugar, el epidemiólogo habla de algunos sectores «no hay que demonizar a todos», de la industria alimentaria que «venden comida y bebida basura y tienen unas ganancias increíbles, mastodónticas». Y en tercer lugar, «existe una cultura de base, desde pequeñitos, que consiste en ser muy permisivos con los niños y niñas». Se refiere con esto a darles golosinas, «llevarlos a hamburgueserías a celebrar los cumpleaños... Y todo ello nos hace muy vulnerables, muy manipulables. Falta esa cultura de buena información con la que el ciudadanos se pueda defender de una manipulación comercial. Y todo esto hace que la obesidad sea muy difícil de vencer».

Confinamiento y aumento significativo de peso

La parada del confinamiento ha tenido consecuencias que se alargan en el tiempo. «Ha condicionado que la gente no haga ejercicio físico», apunta el investigador Jordi Salas, quien especifica que aunque también ha cambiado la manera de comer, «especialmente se nota en la actividad física, lo que se traduce también en un aumento de peso».

Así, destaca cómo en su consulta, en el Hospital Universitari Sant Joan de Reus, «nunca había visto unos aumentos de peso tan importantes en poco tiempo como el que ha tenido lugar en las personas que están en espera de cirugía bariátrica». Se trata de un procedimiento quirúrgico utilizado para bajar peso corporal, cuando todo lo demás ha sido ineficiente.

Pincelada de algunos 
alimentos

Los lácteos, el azúcar, el café, los ultraprocesados o los dulces son algunos de los alimentos y productos desgranados en ¿Qué comes? No obstante, como indica Jordi Salas, «no hay blancos y negros. Hay grises y todo consiste en un equilibro». El reusense especifica que «es imposible no comer procesados, pero el otro extremo es comer demasiados». Lo mismo ocurre con la carne, «¿es mala», se pregunta. «No. Pero depende de la frecuencia con la que se coma o de lo que se coma».

Predimed y Predimed Plus

Con el estudio Predimed se le cambió el patrón alimentario a 7.500 personas durante cinco años, una investigación pionera a nivel estatal con la que se asoció la dieta mediterránea con una reducción importante de riesgo cardiovascular, diabetes o cáncer de mama, entre otros aspectos positivos. Mientras, el proyecto Predimed-Plus se ha convertido en el mayor reto de investigación sobre nutrición realizado en el Estado español. En él se evalúa el efecto de una intervención intensiva con objetivos de pérdida de peso, basada en el consumo de dieta mediterránea hipocalórica, promoción de actividad física y terapia conductual en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Intervienen 23 centros y todavía se encuentra en fase de estudio. Por lo que respecta a Reus, Jordi Salas manifiesta que se finalizará en cuatro años.

Comentarios
Multimedia Diari