Críticas al Estado por desviar fondos del Corredor para obras en Madrid

La conexión de Barajas con ancho europeo pasa por delante de la llegada del ancho ibérico al aeropuerto de El Prat

19 mayo 2017 16:25 | Actualizado a 24 diciembre 2019 23:00
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La Generalitat catalana y la valenciana han criticado que el Estado use fondos destinados al Corredor del Mediterrani para hacer obras en Madrid. En concreto, el acceso sur del TAV para duplicar las líneas que entran a Atocha y el túnel de Chamartín. Unas obras que suben a casi 1.000 millones de euros y que se incluyen en un documento que Moncloa ha hecho llegar a la Unión Europea, donde se recogen los proyectos asociados al Corredor del Mediterrani. Tanto el secretario de Obras Públicas y Vertebración del Territorio del Gobierno valenciano, Josep Vicent Boira, como el de Infraestructuras de la Generalitat, Ricard Font, critican que en el Estado el Corredor del Mediterrani «tenga dos ramas» –la que resigue la costa y la de Madrid– y que la ejecución de obras se haga a dos velocidades. «La de Madrid siempre gana», dijo Boira. Font lo ejemplificó diciendo que, mientras Madrid quiere conectar Barajas con ancho europeo, todavía no se sabrá cuándo el ibérico (es decir, Rodalies) llega hasta El Prat.

El secretario de Obras Públicas valenciano fue quien lo hizo público, a través de un documento de trabajo que Europa hizo público el diciembre pasado y que recoge el listado de proyectos que hacen referencia al Corredor del Mediterrani. Lo que sorprende es que, junto con proyectos como el Castelló-Tarragona, aparezcan también el túnel entre Chamartín y Atocha o el tendido del ancho europeo hasta la terminal de Barajas. Josep Vicent Boira criticó que este es un ejemplo más del «Madrid siempre gana» y de la concepción radial de las infraestructuras. «La realidad es que hoy el Corredor del Mediterrani tiene dos ramas; una que es la que resigue el litoral, y la otra, que conecta Algeciras con Madrid», lamentó el secretario valenciano. «Obras asociadas estrictamente a la capital del Estado se pagan con fondos destinados al Corredor del Mediterrani», insistió, y recordó lo que cuesta el acceso sur del TAV para duplicar las líneas que entran a Atocha (pasando de dos a cuatro) y el túnel de Chamartín: 935 millones de euros.

«Esto es un contrasentido», criticó Josep Vicent Boira. «El dinero europeo que va a estos proyectos se tendría que destinar a implantar el Corredor del Mediterrani, sobre todo entre Valencia y Tarragona, que es donde hay un auténtico cuello de botella», dijo. «En estos momentos, ni la Generalitat catalana ni la Generalitat valenciana tenemos información sobre qué se hará entre Castelló y Tarragona; estamos muy lejos de ser zona operativa del Corredor del Mediterrani».

En su opinión, la situación obedece a la carencia de voluntad política de Moncloa para tirar adelante la obra. «De dinero, hay; quiero recordar que en los últimos seis años España ha invertido 56.000 millones de euros en la red transeuropea de transporte; evidentemente, todo destinado al TAV o a la alta velocidad radial en Madrid», subrayó.

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