Derby Motoreta’s Burrito Kachimba: 'Tenemos menos tiempo libre que un ministro'

La banda sevillana ha revolucionado el rock andaluz con su ‘kinkidelia’, fusión de la psicodelia con lo quinqui. Mañana presentará en Tarragona su primer disco, con el que flirtea con lo ‘mainstream’. Sala Zero este viernes a las 22 horas.

28 noviembre 2019 13:50 | Actualizado a 28 noviembre 2019 16:33
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Con solo un disco en el mercado, de título homónimo (2019), los sevillanos Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, formados en el verano de 2017, se han convertido para una parte cada vez más importante de la crítica musical en el gran fenómeno rock español con su reivindicación de la psicodelia y de lo quinqui. Sus seis componentes, cada uno con su peculiar apodo y su estética setentera, Dandy Piraña (cantante), Bacca (guitarra), Gringo (guitarra), Soni (bajo), Máscara (sintetizador y teclados) y Papi aka Pachuli (batería), pasarán este viernes 29 de noviembre por la Sala Zero de Tarragona. La apertura de puertas será a las 22 horas.

¿Son tan quinquis como aparentan o es una pose?

En la música nos gusta ser bastante macarras, pero en la vida somos gente normal, no vamos por ahí robando el bolso a las viejas ni nada de eso.

Vaya, les hacía casi de la banda de El Vaquilla o El Torete.

Qué va, nosotros somos más buenos que un trozo de pan.

¿Qué es la ‘kinkidelia’?

Cuando empezamos a hacer las canciones notamos que la historia iba mucho por el rock andaluz, que es una cosa que nos encanta, pero no es el terreno donde jugamos. Entonces, como hacemos psicodelia y es bastante quinqui y cafre, en el local no salió kinkidelia al juntar los dos conceptos. Al principio era una broma, pero ahora nos sentimos muy orgullosos de esta etiqueta porque sentimos que nos representa más que si fuera psicodelia, rock progresivo o rock andaluz.

Pero es innegable que están influenciados por grupos como Triana o incluso Lola y Manuel.

Por supuesto, Triana, Smash, Califato Independiente y un montón de grupos de rock andaluz nos flipan, hemos mamado eso como si no hubiera un mañana. Y Lola y Manuel, flamenco a tope. Lo que pasa es que intentamos no reducirnos ni limitarnos a ciertas influencias. Como somos tantos acabas siendo una coctelera donde las zonas comunes predominan, aunque también nos gusta experimentar y buscar nuevos caminos para expresarnos.

¿Qué quieren reivindicar con su música?

No venimos a reivindicar un movimiento político ni nada, solo nuestras vivencias como seres humanos y artistas. Si eso tira de un lado o de otro ya es cosa del oyente.

Han tocado en festivales como el Bilbao BBK Live o el Primavera Sound. ¿El público indie también les reclama?

Estamos muy sorprendidos. Cuando montamos esta movida queríamos tocar en todos los lados, pero esto nos ha sobrepasado. No pensábamos que le gustaríamos a tanta gente. Nos hemos encontrado un público muy variado y podemos tocar en casi cualquier festival: desde una cosa muy underground hasta otra bastante mainstream.

Su primer disco ha sido un ‘pelotazo’. ¿Les ha cambiado la vida en este último año?

Nos ha cambiado en el sentido de que ahora tenemos menos tiempo libre que un ministro. Pero seguimos viviendo en el mismo lugar y vamos a los mismos sitios. El cambio es que curramos más y tenemos conciertos todos los fines de semana. Estamos supercontentos.

Al ser seis, ¿les cuesta ponerse de acuerdo?

A veces llegamos más rápido a una conclusión y otras el partido se alarga más, pero siempre terminamos poniéndonos de acuerdo. Ya nos conocíamos de antes y con la banda, después de tantas horas de furgoneta y conciertos, somos ya hermanos. Hemos entrado en la frontera del asco (ríe).

¿Cómo empezaron?

Nuestro primer concierto fue abriendo para Quentin Gas & Los Zíngaros. Tocamos solo 20 minutos porque teníamos cuatro canciones y no habíamos publicado nada. Nuestro cuarto concierto fue en el festival Monkey Weekend de El Puerto de Santa María. Nos programaron a las 23.30 horas y la plaza estaba atestada. Y cuando dimos el décimo concierto ya teníamos un montón de seguidores. O sea que no hemos hecho la mili como banda.

Mañana se estrenan en Tarragona. ¿Se irán de fiesta después de la actuación?

Al día siguiente tocamos en la Sala Apolo de Barcelona, así que imagino que recogeremos, nos tomaremos una o dos cervezas y al hotel a dormir, que al día siguiente hay más trabajo.

Les veo muy formales.

Sí, porque si nos pegáramos una fiesta cada vez que tocamos, no llegaríamos (ríe).

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