Desaparece una profesora de 26 años en Huelva

Los investigadores recalcan que tenía una vida "totalmente estable", con una carrera profesional en ciernes, con una relación sentimental "igualmente estable" y sin problemas familiares ni sociales de ningún tipo. "Ni un solo motivo para desaparecer voluntariamente", insisten.

16 diciembre 2018 17:31 | Actualizado a 16 diciembre 2018 17:42
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

La Guardia Civil ya no tiene dudas: Laura Luelmo Hernández, la profesora desaparecida en la localidad onubense de El Campillo la tarde del pasado miércoles no huyó de forma "voluntaria". O ha sufrido un accidente, hipótesis que conforme pasan los días y se amplían las batidas se va desvaneciendo, o "una segunda persona está implicada", como reconoció ayer abiertamente Ezequiel Romero, jefe de la Comandancia en Huelva, admitiendo de forma velada que los especialistas del instituto armado, desgraciadamente, sospechan que la joven zamorana de 26 años ha podido ser secuestrada o asesinada.              

"No descartamos ninguna hipótesis, por lo cual lo más importante es encontrar el cuerpo de Laura". "Todavía tenemos la esperanza de encontrarla viva, de que haya tenido algún accidente, que esté todavía refugiada", explicó el mando policial, dejando todavía un hilo de esperanza a los familiares de la chica desplazados a la cuenca minera onubense para participar en el operativo de búsqueda, en el que el domingo llegaron a participar más de 300 personas, antes de retirarse los voluntarios.      

Laura Luelmo llegó la semana pasada a El Campillo (2.000 habitantes, en la comarca minera de Huelva) procedente de Zamora. Se incorporó a dar clases como profesora interina de educación plástica el 4 de diciembre en el instituto de secundaria Francisco Vázquez Díaz, del vecino pueblo de Nerva. Los investigadores recalcan que tenía una vida "totalmente estable", con una carrera profesional en ciernes, con una relación sentimental "igualmente estable" y sin problemas familiares ni sociales de ningún tipo. "Ni un solo motivo para desaparecer voluntariamente", insisten.

Con estas premisas, el Ministerio del Interior decidió el sábado poner al frente de la investigación a los especialista de las Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, exactamente el mismo equipo que hace un año resolvió el caso de Diana Quer con la detención de su asesino, José Enrique Abuín, y el hallazgo de su cuerpo y que el pasado marzo consiguió encontrar el cadáver del niño Gabriel Cruz, tras la captura de su asesina, Ana Julia Quezada. "Hemos pedido que para este caso vengan los mejores", resumió el comandante Romero.

 

     

El mando de la Guardia Civil negó que el instituto armado tenga "a nadie en concreto" como "sospechoso número uno". Romero se refirió así a la información distribuida por varios medios y redes sociales según la cual los investigadores consideran como principal sospechoso de la desaparición de la joven a un hombre que vivía justo enfrente de la casa que alquiló Laura Luelmo en el número 13 de la calle Córdoba de El Campillo. Un tipo que en 2001 fue condenado a 15 años de cárcel por el asesinar el 15 de octubre de 2000 a cuchilladas a una mujer en la vecina localidad de Cortegana, también en Huelva. Este mismo individuo, en 2008 y durante un permiso penitenciario, intentó atacar con un cuchillo a una vecina de El Campillo en un aparente intento de violación frustrado.

Según explicaron mandos de la investigación, este individuo, que vivía temporadas en la casa de sus padres frente a la vivienda que alquiló la joven, se encuentra en paradero desconocido. No obstante, insistieron en que no hay indicios, al menos por el momento, para relacionarle con la desaparición de Luelmo.

Nueve kilómetros                    
Lo infructuoso de la búsqueda a pesar de la envergadura del operativo abona la tesis de la "desaparición forzada", ya que las más de 300 personas (guardias civiles, agentes forestales, miembros de Protección Civil y voluntarios) que participan en el despliegue ya han batido en un radio de más de diez kilómetros los alrededores de El Campillo. Se trata de la distancia -según las estimaciones de los agentes- que la joven podría haberse alejado del núcleo urbano practicando running cuando abandonó su casa pasadas las 16:00 horas del miércoles, momento en el que habló por teléfono por última vez con su novio.            

La última señal emitida de su móvil, sobre las 20:00 horas, fue detectada por una antena ubicada a nueve kilómetros al norte del pueblo, cuando una de las aplicaciones de su aparato, probablemente el Whatsapp, emitió por última vez. No obstante, el hecho de que se trate de una zona rural, con pocas antenas y en una zona bastante montañosa, ha dificultado a los especialistas determinar el lugar exacto en el que se encontraba el teléfono en esa última conexión.            

Ayer la búsqueda se centró en el pantano de Campofrío, muy cerca de la antena que dio por última vez cobertura a su móvil. Efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil rastrearon, sin éxito, el embalse.       

Comentarios
Multimedia Diari