Despertando vocaciones científicas en Tarragona

La Aliança STEM es la última iniciativa en una larga tradición de proyectos público-privados orientados a fomentar los perfiles centífico-técnicos entre los más pequeños

19 mayo 2017 15:45 | Actualizado a 19 mayo 2017 15:45
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Verónica Povedano y Kangwei Pan experimentan cómo de absorbentes pueden llegar a ser las sílices. Van añadiendo agua a un vaso, hasta que Kangwei suelta: «Ya no absorbe más». Kangwei y Verónica tienen 15 años y estudian tercero de ESO en la Escola Joan XXIII de Bonavista (Tarragona). Son dos de los jóvenes que han acudido a una de las 50 sesiones que cada año organiza el Aula de la Química del Camp d’Aprenentatge de Tarragona, una iniciativa coliderada por la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT) y el Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya, instalada desde el año 2012 en la antigua Universitat Laboral .

Por aquí pasan cada año alumnos de Bachillerato, ESO y Primaria, como el grupo de sexto de Primaria que ha precedido a Kangwei y Verónica, llegado desde la Escola Campclar (Tarragona). Dídac Alarcón (11 años) es uno de los niños de ese grupo. Un monitor le ha explicado cómo funciona el polo petroquímico de Tarragona y qué productos pueden llegar a hacerse con los derivados del petróleo. Cuenta que «estaría bien poder vivir de esto, creo que hay una universidad aquí donde se estudia». Y que «si no fuese química, estudiaría astronomía: quiero saber más cosas de los astros, del sistema solar».

De la visita de Dídac al Aula de la Química quizás no haya salido un futuro químico, pero quizás haya aportado algo a la vocación científica de quién sabe si un ingeniero aeroespacial, que un día mande sondas a otros planetas equipadas con la maquinaria necesaria para que sus colegas bioquímicos analicen las muestras alienígenas recopiladas.

«Despertar vocaciones científicas» es uno de los propósitos, cuenta Marta Panadés, directora del Camp d’Aprenentatge, de estas actividades. De hecho, es el hilo conductor de todas las iniciativas en las que colabora la industria y el sector educativo cuando giran en torno a los más pequeños. Sin esa chispa de inspiración, difícilmente tendremos los ingenieros químicos o los matemáticos que nos harán falta en el futuro.

Ése es el primer objetivo que se han planteado con la nueva Aliança STEM, impulsada por la Universitat Rovira i Virgili (URV), la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT) y el Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya. Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés, integran la fórmula para tratar de atajar «el déficit de vocaciones científico-técnicas que tenemos», explica Xavier Farriol, director del Projecte APQUA (liderado por la Universitat Rovira i Virgili (URV) y con un cuarto de siglo de historia), del que parte la nueva iniciativa de la Aliança STEM.

 

«Este déficit de vocaciones –explica Farriol– pasa en muchas partes del mundo, y es decisivo que nos encontremos todas las instituciones y personas para hacer que estos chicos y chicas jóvenes le vean un atractivo. Empezamos con los estudiantes de Primaria y vamos hasta tercero de ESO, porque en Bachillerato ya es demasiado tarde para desarrollar estas aficiones. Tenemos que entrar llevando al aula la experimentación». Sílvia Rodes, directora territorial del Departament d’Ensenyament, coincide con la importancia de ese enfoque eminentemente práctico: «la idea es aprender haciendo».

«Estamos en territorio de ingenierías –prosigue– y hay que empezar a trabajarlo desde Infantil. Estamos en una fase piloto, pero no nace como una experiencia aislada, porque la voluntad es impulsar e incentivar las vocaciones científicas, con el plus de incluir a las niñas y a las adolescentes, dentro del proyecto educativo del centro».

«Estamos en fase piloto [con siete centros de la demarcación de Tarragona], en un proyecto que es único en Catalunya –añade Farriol–, pero que está abierto a la participación de otros, porque [una iniciativa como ésta] necesita de la participación de todas aquellas empresas e instituciones que consideran que es importante».

La AEQT es una de esas instituciones que lo tienen claro, y que se ha sumado a la Aliança STEM desde el primer momento: «Éste es sólo uno más de los proyectos que pone en evidencia que estamos situados como el polo químico más importante del sur de Europa», argumenta Teresa Pallarès, directora general de la AEQT.

«Hace más de 50 años –añade– que estas industrias están involucradas en este territorio, y es un acierto que, económicamente, nos supone una oportunidad. Pero como AEQT estamos, insisto, involucrados en muchos proyectos, como el proyecto APQUA del que nace la Aliança STEM, el Camp d’Aprenentatge de Tarragona o el Fòrum TRiCS [que esta semana ha llegado a su XI edición con un récord de asistencia de más de 2.000 alumnos de Bachillerato]».

Manel Castaño, director del Centre de Recursos Pedagògics del Tarragonès, explica que, aparte del récord de asistencia registrado este año, lo más destacado en esta edición del encuentro anual de estudiantes –en los que los alumnos de segundo explican a los de primero sus trabajos de investigación– es que «se está avanzando en nuevos trabajos, impulsando la creatividad y la innovación».

Los talleres de la Setmana de la Ciència, organizados desde hace tres años por el Projecte APQUA, cierran el grueso de las iniciativas con colaboración público-privada orientadas a despertar esas vocaciones de los científicos y técnicos del futuro. Carles Lozano, coordinador del Projecte APQUA, los define como «una degustación de una actividad científica en la que los alumnos por un lado aprenden un contenido científico, mientras por el otro ven la utilidad en la vida cotidiana y disfrutan de la experimentación científica. Todo eso, condensado en dos experimentos en una hora».

El ecosistema dedicado al impulso de las vocaciones científicas entre los más pequeños en el Camp de Tarragona lo completan diversas iniciativas que, a título individual, llevan a cabo algunas empresas. Es el caso, por ejemplo, de los talleres que imparte la Fundación Repsol o del proyecto La Fábrica de los Sueños de Dow Chemical, donde un equipo de voluntarios formado por una veintena de empleados de esta empresa llevan a cabo talleres divulgativos entre los hijos de los trabajadores.

Ercros cierra el catálogo, con una iniciativa que permite stages de inmersión en su empresa a profesores de ciclos formativos, en los que «pasan por diversos departamentos, viendo cómo funciona la fábrica para que lo trasladen a las aulas», cuenta Xavier Larrañaga, responsable del departamento de Recursos Humanos de esta empresa.

Herramientas para despertar vocaciones.

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