Detenido por drogar a una niña de 15 años para violarla

El hombre conoció a la menor en la Feria de Málaga. Se ofreció a ayudarla a localizar a las amigas y, posteriormente, a compartir su copa, en la que le confesó haber disuelto una pastilla de MDMA

27 agosto 2018 12:08 | Actualizado a 27 agosto 2018 12:26
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Un hombre de 32 años ha sido detenido por la Policía Nacional como presunto autor de una agresión sexual a una menor de 16 años a la que había conocido en el Real de la Feria de Málaga el pasado 15 de agosto.

Este vecino de la capital fue detenido el pasado jueves -según fuentes policiales- y puesto a disposición del juez, que decretó libertad con cargos como investigado por un delito contra la libertad sexual y le impuso una orden de alejamiento respecto a la víctima como medida cautelar.

El Juzgado de Instrucción número 14 de Málaga tomó la decisión y el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Málaga será el encargado de concretar la tipología del delito al continuar con la causa, han informado hoy a Efe fuentes judiciales

Según publica el diario Sur, la menor contó que conoció al hombre durante aquella madrugada tras haber perdido de vista a sus amigas y no poder localizarlas porque su teléfono se había quedado sin batería.

Según siempre la versión de la menor, el hombre -que se encontraba con una conocida de la víctima- se ofreció a ayudarla a localizar a las amigas y, posteriormente, a compartir su copa, en la que le confesó haber disuelto una pastilla de MDMA.

La menor comenzó a encontrarse mal -indica el periódico- y el hombre le ofreció ir a su casa para cargar el móvil, una vez allí le dio una pastilla, según le dijo, para que se tranquilizara.

La joven -según su relato- se despertó a la mañana siguiente en ropa interior y con lesiones en los brazos y el hombre, que estaba desnudo junto a ella en la cama, le dijo que habían mantenido relaciones, tras lo que ella se fue a la casa de una amiga, donde le contó lo ocurrido a la madre de ésta y acudieron a la Policía.

La descripción física aportada por la denunciante, que refirió una serie de tatuajes concretos y una cicatriz muy característica, además de la calle donde se ubica el domicilio del sospechoso, permitió a los agentes trabajar en la identificación del presunto agresor. 

 

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