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El presidente de EEUU, Donald Trump, recibió ayer en la Casa Blanca al segundo príncipe heredero saudí y titular de Defensa de ese país, Mohamed bin Salman, con quien se reunió en el Despacho Oval y mantuvo después un almuerzo.
Tras su reunión en el Despacho Oval, Trump y el príncipe heredero no aceptaron preguntas de los periodistas, y a continuación el presidente y su equipo mantuvieron un almuerzo privado con la delegación saudí.
El príncipe Salman viajó a Estados Unidos para una visita oficial con el objetivo de reforzar los lazos bilaterales, de acuerdo con la oficina real saudí.
Según la delegación saudí, el propósito del viaje a Washington es por un lado político, para abordar con el Gobierno estadounidense los conflictos en Oriente Medio, y por otro económico, centrado en energía e inversiones.
El rey saudí, Salman bin Abdulaziz, y Trump hablaron por teléfono recientemente para afianzar las relaciones y apoyar el establecimiento de zonas seguras tanto en Siria como en Yemen.
En esa conversación, ambos acordaron impulsar la creación de esas zonas, financiadas por los países del golfo Pérsico, para ayudar a los refugiados desplazados por los conflictos en Siria y Yemen.
Arabia Saudí es un aliado histórico de Washington en la región, aunque las relaciones bilaterales experimentaron un notable declive en la última etapa del mandato del presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017).
