Dos años de prisión para un limpiador de biblioteca por el robo de 190 libros

El limpiador aprovechaba las primeras horas de la mañana en la biblioteca, antes de la apertura al público y cuando los arcos de vigilancia de los accesos no estaban encendidos

19 mayo 2017 15:59 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:15
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Un juzgado ha condenado a dos años de prisión a un hombre encargado de la limpieza de la biblioteca municipal de Cádiz "Celestino Mutis", que hurtó 190 libros valorados en más de 20.000 euros, y que posteriormente vendió.

En una sentencia hecha pública hoy, el juez condena también a un un año y medio de cárcel al coleccionista que compró los ejemplares por un precio "vil".

El magistrado condena al primero por un delito continuado de hurto y al segundo por un delito continuado de receptación y, además, critica (en la sentencia) la falta de medidas de vigilancia y control en una biblioteca que custodia valiosos volúmenes, como algunos de los sustraídos, que datan de principios del siglo XIX y están declarados Bien de Interés Cultural.

El casó se inició en marzo de 2011 cuando los responsables de la biblioteca denunciaron la desaparición de libros.

Según cuenta la sentencia, rápidamente se sospechó de Manuel T.R., un hombre que ejercía las labores de limpieza en la biblioteca municipal a pesar de que la que estaba contratada para hacerlo era su esposa.

Manuel T.R. regentaba también un pequeño puesto de venta ambulante en el que vendía objetos de segunda mano.

Allí conoció en 2010 al segundo condenado, José Luis V.G, un coleccionista de arte y de libros antiguos.

"Sin que conste cómo, ambos acordaron que Manuel sustraería de la Biblioteca de Cádiz determinados libros de inicios del siglo XX y del siglo XIX y se los proporcionaría a José Luis a cambio de un precio irrisorio, en concreto este le abonaba a aquel unos 40 o 50 euros por cada lote de 4 o 5 libros siendo su verdadero valor muy superior", explica la sentencia.

Para ello el limpiador aprovechaba las primeras horas de la mañana en la biblioteca, antes de la apertura al público y cuando los arcos de vigilancia de los accesos no estaban encendidos, para ocultar los libros entre sus ropas y llevarlos a su coche.

En el domicilio del coleccionista se hallaron numerosos libros procedentes de la biblioteca, entre ellos diecinueve catalogados como Bienes de Interés Cultural.

También se recuperaron cinco en el coche de Manuel y otros 14 volúmenes en una tienda de antigüedades a la que éste se los había vendido.

En total se les imputa el hurto y la receptación de los 190 ejemplares, con un valor superior a los 20.000 euros, que han sido recuperados.

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