Dos libros y una amistad

Vive, Ama, Ríe... Lee. Ojo ‘spoilers’. En esta ocasión, unimos los dos últimos libros de la tetralogía de ‘La amiga estupenda’ para despedir la genial saga de las dos amigas napolitanas firmada por Elena Ferrante

14 julio 2020 08:20 | Actualizado a 14 julio 2020 08:58
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Cuando no puedes parar de leer, pero a la vez te da lástima y rabia terminar el libro porque sabes que la historia se acaba para siempre. Te apetece leer por la mañana, tarde y noche. Padeces o te alegras por lo que le sucede a los personajes. Y el «va, sólo unas páginas más» en realidad termina cuatro, siete o diez capítulos después.

Ahí es cuando sabes que un libro ha calado hondo. Cuando una historia es realmente buena. Y cuando alguien ha sabido narrarla de forma ‘estupenda’.

He perdido la cuenta de las veces que he recomendado esta saga cuando alguien me pregunta qué leer. Siempre advierto que cuesta unas páginas entrar en la historia, pero también aseguro que, como Elena, no puedes salir de ese Nápoles.

Su autora siempre ha querido mantenerse agazapada en las sombras del pseudónimo Elena Ferrante. Pero tal es el revuelo con La amica geniale que incluso se llevó a cabo una investigación internacional para ponerle cara, cuerpo y nombre propio real: la verdadera identidad de quién dio vida a estas amigas es la traductora napolitana Anita Raja, quien curiosamente parece esconder algunos símiles con la narradora de la historia, Elena Greco.

La tetralogía se divide en las diferentes etapas vitales y edades de las dos amigas protagonistas: el primero (La amiga estupenda) la niñez, el segundo (Un mal nombre) la adolescencia, el tercero la juventud y el cuarto, la madurez y vejez.

Con Un mal nombre dejamos a Elena Greco y Lina Cerullo después del inquieto, tormentoso y a su vez amoroso verano en Ischia. Lina devastada tras la ruptura con Nino, por quien dejó a su marido, el maltratador Stefano, decide huir con su hijo Gennaro y deslomarse a trabajar en una fábrica cárnica. Y Lenù, quien perdió tanto en ese viaje, decide alejarse de Nápoles y de su amiga Lina. Con una nueva vida estudiantil y social en Florencia, consigue publicar su primer libro.

Pero en la vida hay lazos que resultan irrompibles. Después de una difícil época en la fábrica, b con duras jornadas, el pequeño Rino prácticamente viviendo con los vecinos, noches de estudio informático con Enzo y momentos de acoso laboral que intentaba mantener a rajatabla, Lina empieza a encontrarse muy débil de salud, a sufrir problemas de corazón y a vivir otro de sus ‘desbordamientos’. Inmediatamente reclama la ayuda de su fiel amiga Lenù para recomponerse. Y reconstruir una amistad a la que todavía le queda mucha lucha y amor por delante. Toda una vida...

Brava, Anita Raja. Y arrivederci, Lenù y Lila.

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