El Gobierno declara secreto de Estado la exhumación de Franco

Alega que dar información puede perjudicar intereses nacionales o relaciones internacionales de España

23 junio 2019 20:50 | Actualizado a 24 junio 2019 10:07
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Ni luz ni taquígrafos. El Gobierno se niega a desvelar públicamente cuáles están siendo sus pasos y gestiones para conseguir la exhumación de los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos. Es más, el Ejecutivo rechaza dar explicaciones de los informes oficiales que maneja para apoyar el traslado de los restos del dictador o de las conversaciones que mantiene con el Vaticano para conseguir que el cadáver del exjefe del Estado salga en Cuelgamuros.

El Ejecutivo, a través del Ministerio de Justicia y del Ministerio de la Presidencia, decidió a principios de año decretar un verdadero apagón informativo sobre la polémica exhumación, hasta el punto de que en el Portal de Transparencia, la única vía oficial que los ciudadanos tienen para recabar información veraz al Estado, se han abierto desde el pasado febrero siete expedientes diferentes «denegatorios» sobre peticiones de datos sobre el futuro traslado del cadáver.

Los dos cargos gubernamentales responsables de responder la solicitud de información de los ciudadanos en este asunto (la subsecretaria de Justicia, Cristina Latorre, y el subsecretario de la Presidencia, Antonio Hidalgo) están recurriendo continuamente al artículo 14 de la Ley de Transparencia de 2013 que es el que faculta al Ejecutivo a hurtar a sus ciudadanos información en cuestiones que puedan dañar la «seguridad nacional», la «defensa», las «relaciones exteriores» o «la seguridad pública».

Justicia, a pesar de que reconocer que «concurre un especial interés público», afirma, no obstante, que este «interés público no justifica el acceso a la información». La única información para no facilitar esos datos es que ese expediente puede contener «informes jurídicos» con «elementos, análisis y conclusiones jurídicas» que forman parte de los procedimientos judiciales en curso relacionados con la exhumación.

Las negativas están siendo también persistentes a la petición de información de diversos particulares a conocer el contenido exacto de la correspondencia que el Ejecutivo mantuvo a principios de año con el Vaticano sobre este espinoso asunto.

En particular, tanto el ciudadano Daniel L.M., como el abogado Isaac I.G. reclamaron copia a Moncloa de la carta que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, dirigió el 18 de enero al secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, en la que se trataron supuestamente diversos aspectos de la exhumación de Franco, entre ellos la posición del prior de la Abadía del Valle de los Caídos. También pidieron conocer el contenido exacto de la respuesta de Parolin el 14 de febrero de 2019 a la carta de Calvo.

«Un principio básico de las relaciones internacionales entre Estados es el carácter confidencial de las comunicaciones que se mantienen entre ellos y que se canalizan normalmente a través de cartas o de notas verbales», esgrimió el Gobierno.

«La publicación de dichas comunicaciones sería susceptible de comprometer las relaciones con el país en cuestión y, en todo caso, afectaría a la confianza mutua en la que deben desarrollarse las relaciones diplomáticas entre países», se escudó el Ministerio de la Presidencia, al tiempo que recordaba que «el Vaticano es a todos los efectos un Estado soberano y que mantiene relaciones diplomáticas plenas con España».

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